Nuevo episodio de violencia en las calles de Madrid contra la ley que tiene que amnistiar a independentistas. Es la novena noche consecutiva que la extrema derecha se concentra en las puertas de Ferraz, para protestar contra el pacto de investidura de Pedro Sánchez con Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. El presidente del Gobierno y el de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, han vuelto a ser las principales víctimas de los insultos de esta noche. La policía ha vuelto a cargar contra los concentrados, después de que los ultras hayan desafiado a los agentes del CNP tirándoles petardos y reventado el cordón policial formado con vallas. Este sábado también había convocada una manifestación en las puertas del Congreso de los Diputados, pero ha acabado siendo un fracaso y solo unas 200 personas se han concentrado sin hacer mucho revuelo. Una veintena de estos concentrados, sin embargo, han decidido acampar en la madrileña Carrera de San Jerónimo.

Las cargas se han limitado a disparar decenas y decenas de pelotas de goma contra los manifestantes que lucían banderas con águilas y llevaban la cara tapada. Una multitud de concentrados han sido identificados, una vez la marabunta se ha disuelto por la calle Marqués de Urquijo, la avenida más amplia que hay al lado de la calle Ferraz.

Este sábado, sin embargo, no había una convocatoria oficial en Ferraz. Los ultraespañolistas que se han concentrado lo han hecho de forma espontánea. Y ya a las ocho de la noche, el ambiente estaba mucho más caldeado que en las jornadas anteriores. El viernes, por ejemplo, incluso una hora más tarde de la convocatoria, el ambiente estaba mucho más relajado. La policía española no cargó contra los ultras, y optó para que ellos mismos se disolvieran y fueran hacia casa. Este sábado, en cambio, los cánticos contra Pedro Sánchez y Carles Puigdemont ya se escuchaban a la salida del metro de Argüelles, a cuatro calles de la manifestación.

Las banderas con águilas han aparecido desde el primer momento, a las ocho de la noche. Han aparecido acompañadas de rojigualdas con el escudo recortado, una bandera que se ha visto muchísimo estos días en el barrio madrileño de Argüelles. Es decir, un símbolo ultra que incluso rechaza la corona borbónica, y que echa a la basura los símbolos constitucionales. Se trata de la bandera más vista estos días, aparte de las águilas, con permiso especial de la rojigualda constitucional.

Horas antes de la manifestación del PP

La manifestación de este sábado se ha producido cuando quedaban menos de 24 horas para que el PP celebre en la Puerta del Sol de Madrid una concentración contra la amnistía, que tiene que ser pacífica. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha confirmado que también hará acto de presencia al kilómetro cero de las carreteras españolas. Una hora más tarde, sin embargo, a las 13h, los ultras vuelven a estar convocados en Ferraz. Hasta ahora, la manifestación más masiva y más violenta ha sido la posterior al anuncio de un acuerdo entre PSOE y Junts per Catalunya para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Cánticos racistas, los más habituales, aparte de los contrarios a Sánchez y Puigdemont

Un aspecto destacable de las manifestaciones ultra de estos días es la cantidad de cánticos racistas que braman los concentrados en las puertas de la sede de Ferraz. "Esa lechera, en la frontera", o "España cristiana, y no musulmana", son algunos de los lemas más escuchados estos días, más allá de los insultos dirigidos a Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. El pasado martes, por ejemplo, los ultras concentrados en las puertas del Congreso de los Diputados regañaban los antidisturbios que custodiaban la cámara echándoles en cara que, en Ceuta y Melilla, "a los moros sí que los dejáis pasar".