El conseller Jordi Turull ha salido esta mañana de la prisión de Lledoners para ir a su primer día de trabajo a un despacho de abogados en la Plaça Vella de Terrassa. En la puera del centro penitenciario le esperaban su esposa y su hija. Ha sido el último de los presos políticos que sale acogiéndose al artículo 100.2 del reglamento penitenciario.

Como pasó ayer, lunes, con la salida para trabajar de Josep Rull también en Terrassa, desde las ocho y media personas con bufandas y lazos amarillos esperaban a Turull delante de la puerta del despacho de abogados. No obstante, la implementación de la zona de bajas emisiones que se está haciendo por fases en Terrassa y que ha afectado en la circulación de las calles le ha jugado una jugarreta y el primer día de trabajo ha llegado tarde.

En lugar de salir por el acceso del aparcamiento de la plaza, como estaba previsto, ha aparecido por una calle lateral, acompañado de su esposa. Inmediatamente han estallado los aplausos, que lo han acompañado hasta el pasillo que se había formado a las puertas del despacho. Los gritos de "llibertat" coreados por los presentes no se han detenido en todo el recorrido y hasta que ha llegado a la puerta.

Preocupado por el retraso y sin entretenerse excesivamente, Turull ha intercambiado abrazos y saludos con los presentes, entre los cuales el presidente del grupo de JxCat en el Parlament, Albert Batet, y el portavoz adjunto Eduard Pujol, antes, de llegar a la puerta del despacho, disculpándose con la nube de fotógrafos por el retraso y por la rapidez de la entrada. "Perdonad es que tengo que entrar ya", se ha disculpado mientras accedía al portal de la que a partir de hoy será su trabajo, justo al lado de uno de las panaderías más populares de Terrassa, el Forn Turull.

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