El candidato de JxCat a la presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, el tercer candidato que se plantea al Parlament y el primero que consigue poner en marcha el pleno –y el reloj de la investidura-, ha aprovechado su discurso para hacer un llamamiento al diálogo con el Estado español, citando directamente el rey y el gobierno, para poder encontrar una salida dialogada al pulso independentista, pero se ha situado también como un eslabón entre los días pasados y los futuros dentro del proceso independentista. "Prefiero ser víctima de injusticias que desentenderme del momento actual", ha advertido.

Turull ha empezado a las cinco de la tarde su discurso, sabiendo que no contaba con el apoyo de la CUP, lo cual hace imposible su investidura, y que en las próximas horas tendrá que viajar a Madrid para que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena le comunique su procesamiento y con la posibilidad de que vuelva a dictar medidas de prisión preventiva contra él. Esta amenaza ha sobrevolado constantemente su parlamento en el cual ha evitado las aristas más peligrosas, como el proceso constituyente o las referencias al despliegue de la República.

El candidato, que ha empezado su parlamento refiriéndose a "esta hora grave, solemne, pero también esperanzadora" y recordando los miembros del Govern encarcelados o en el exilio, ha recordado que no es él a quien le correspondía hacer este discurso.

"Me siento parte del eslabón que religa a los tiempos pasados con los tiempos que vendrán", ha explicado refiriéndose a aquellas personas que le han aconsejado que no asumiera el riesgo de presentar la candidatura ante los cuales ha apelado a las propias "convicciones y escala de valores" para explicar su paso adelante.

"Si delante de esta hora grave hubiera buscado la confortabilidad de un supuesto riesgo cero me costaría mirar a los ojos de las mís hijas", ha admitido.

El candidato ha descrito el catalán como un pueblo de paz que tiene el pacto como uno de los rasgos de identidad. "Hoy solemnemente, después de la victoria de las fuerzas independentistas, volvemos a ofrecer diálogo al gobierno español", ha asegurado para pedir acto seguido "sentarse en una misma mesa" para resolver políticamente el debate catalán.

"¿Por qué ahora no se quiere hablar?", ha interrogado, para insistir en la oferta de "diálogo, diálogo y diálogo dentro y fuera, que no quiere decir renuncia". "Diálogo, negociación y acuerdo es la mejor manera para avanzar. Ofrecemos solemnemente esta voluntad de diálogo al Estado, como tiene que ser", ha subrayado el candidato al tiempo que ha evocado la capacidad de dialogar que demostraron el president Macià con el gobierno de la República o el president Tarradellas con el de Adolfo Suárez.

Turull, que ha pronunciado unas frases en aranés y en castellano, ha evocado la violencia del 1-O para asegurar que los ciudadanos españoles no tienen ninguna responsabilidad. "Nos une el mismo deseo, vivir en libertad", ha asegurado.

El discurso, sobre el cual ha ironizado que su tiempo no era ilimitado dado que algunos de los diputados tienen mañana "una cita que ya saben donde está y no hace falta que les recuerde", se ha desgranado en cinco puntos la recuperación de las instituciones catalanas y el final del 155, impulso social, progreso económico, y proyección de Catalunya en el mundo.

Turull ha empezado su intervención hablando de las consecuencias del 155, y la voluntad de reparar los daños hechos a la ciudadanía, así como restaurar las instituciones catalanas. Se ha referido a la defensa de la inmersión lingüística. A partir de aquí ha desgranado el programa de Gobierno. Ha agradecido el trabajo hecho por los trabajadores públicos a pesar del 155; ha invocado la función de los medios de comunicación y se ha referido a la afectación sobre los medios públicos y la policia catalana.

"Hemos vencido en las urnas y tenemos que corresponder y hacernos dignos. Saber hacernos dignos de la libertad que nos hemos ganado para ser libres", ha destacado recordando que los últimos meses se han vivido momentos que han puesto en cuestión los derechos más básicos.

Turull ha acabado enviando un mensaje de tranquilidad para todo el país. "Por nosotros no quedará en que haya mano tendida si hay la más mínima esperanza. Está en juego la esencia de la democracia", ha advertido.

El candidato ha advertido que todo el mundo tiene el deber de trabajar por el país. "Sabemos todo aquello que nos tocará hacer de ahora en adelante. Seamos todos leales a lo que Catalunya nos pide. Hoy nos podemos librar de las garras del 155", ha concluido.