A pocas semanas del 1 de octubre y en pleno asedio legal del Estado contra la celebración del referéndum, la Diada en Madrid ha buscado reproducir a pequeña escala el clamor del independentismo en las calles de Barcelona el pasado 11 de septiembre haciendo un último llamamiento al ejecutivo de Mariano Rajoy para que se abra a pactar el referéndum. El conseller de la Presidència, Jordi Turull, ha presidido el acto, invitado por el delegado Ferran Mascarell, y ha lanzado una advertencia contundente a una Moncloa ausente: "Ni renuncia, ni resignación, ni rendición", ha avisado Turull reiterando la negativa del Govern de la Generalitat a abandonar la culminación de la hoja de ruta.

El conseller ha iniciado el parlamento recordando las negativas recibidas por el president Carles Puigdemont por parte de Rajoy a la hora de pactar el 1-O y ejemplificando las acciones judiciales posteriores. "Tienen la amenaza como bandera", ha denunciado, preguntándose si no había "nada" que hablar, tras cinco años de proceso soberanista y manifestaciones sin respuesta. "En el Estado se prohíbe un acto de reunión entre personas", ha denunciado sobre la suspensión de un juez para que la alcaldesa Manuela Carmena ceda espacios para hablar del referéndum. "O bien, se te querellan para hacer aquello para que te han escogido", ha dicho sobre los 72 diputados de Junts pel Sí y la CUP en el Parlament.

Turull no se ha encogido y ha insistido entonces en que el conflicto territorial "trataba de democracia", amparándose en la movilización del independentismo como muestra de su "fuerza social" para redoblar la presión sobre la Moncloa. Aquí se ha mostrado dispuesto nuevamente a pactar con Rajoy las condiciones de la consulta, y se ha comprometido a seguir adelante a pesar de los envites judiciales. "Doce miembros del Tribunal Constitucional tumbaron el Estatut y si no nos resignamos entonces, no lo haremos ahora", ha sentenciado el mismo día en que la Fiscalía ha ordenado la citación de más del 70% de alcaldes catalanes que quieren poner las urnas el 1-O.

Si bien, Turull ha cerrado el discurso agradeciendo la presencia de las personas congregadas en la Delegación del Govern. "Hay quien tiene un grave problema de percepción de Catalunya. Ustedes son personas con criterio, les pido diferenciar entre realidad y falsos anuncios. Tenemos diversidad y pluralidad, buena muestra de eso son los millares de catalanes que por motivos de amor viven en Madrid", ha afirmado. El conseller lo ha dicho rodeado de varios diputados del PDeCAT, ERC, PSC, En Comú, y el PNV en Congreso y Senado —como Míriam Nogueras, Josep Lluís Cleries, Ferran Bel, Esther Capella, Mertixell Batet, o Mikel Legarda, Marta Sibina y el escritor Màrius Serra—.