El migrante marroquí que murió en España durante la tragedia de Melilla lo hizo en una parcela que es propiedad del Gobierno, concretamente del Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana. Así lo revela la Cadena Ser, que ha tenido acceso a los documentos del registro de la propiedad. De hecho, todas las parcelas de esta zona fronteriza donde tuvo lugar esta "masacre" en la que, como mínimo, murieron 23 migrantes el pasado 24 de junio, tienen como titular la misma dirección, Paseo de la Castellana, 67 en Madrid, una dirección que corresponde al ministerio que ahora dirige Raquel Sánchez.

El ministerio del Interior ignora las nuevas informaciones

Este nuevo dato todavía complica más la defensa del ministro Fernando Grande-Marlaska, que durante todos estos meses ha insistido en decir que esta tragedia no tuvo lugar en territorio español, aunque el resto de implicados aseguran el contrario. Ahora, no solo se confirma que es territorio español, sino que además es propiedad del gobierno del Estado. Desde Interior, el ministerio de Marlaska, han insistido en la misma versión de los hechos, a pesar de esta nueva información: "Las fronteras entre estados no las marca el castrado ni criterios aplicables a particular. El derecho internacional claro está a la hora de establecer que quien ejerce de manera pacífica e incontestada el control opreatiu sobre una zona durante años está ejerciendo la soberanía", un mensaje poco esclarecedor en la Cadena Ser, pero que deja claro que el discurso del ministro no cambiará ni una coma, al menos en principio, aunque surjan nuevas informaciones como esta, que confirman directamente que la masacre de Melilla tuvo lugar en España y no en Marruecos.

Esto sale a la luz al día siguiente que una investigación llevada a cabo por la ONG Lighthouse Report confirmara que al menos una de las víctimas mortales de la tragedia murió en territorio español. Esta, elaborada a través de imágenes y testigos también confirma que algunas víctimas no recibieron atención médica y que las fuerzas de seguridad del Estado podían ver perfectamente qué pasaba al otro lado de la valla. "Vemos que las fuerzas marroquíes siguen enganchando a la gente que estaba sufriendo gravemente" y que "centenares de personas que habían entrado (en España) fueron empujadas al lado marroquí de la frontera", aunque los agentes de aquel país los estaban atacando y no se encontraban en un entorno seguro.

Las investigaciones siguen abiertas

Aunque hayan salido a la luz todas estas pruebas, desde el ministerio del Interior no cambian su discurso, insistiendo en que han sido transparentes con todo lo que rodea estos hechos. Con todo, esta idea choca con el hecho de que tanto la Fiscalía como el Defensor del Pueblo, el socialista Ángel Gabilondo, tengan abiertas sus investigaciones. Además, hay que tener en cuenta que el socio minoritario del gobierno, Unidas Podemos, son muy críticos con la gestión de Marlaska sobre estos hechos y siempre han reclamado más explicaciones, que nunca han llegado.