El president de la Generalitat, Quim Torra, ha denunciado la parcialidad manifiesta e intencionalidad política de la JEC ante los independentistas en una comparecencia en la galería gótica del palacio de la Generalitat después de declarar ante el TSJC. "El president de la Generalitat no puede desfallecer nunca en las conquistas de derechos y libertades, y si la democracia española no aguanta esta defensa pagaré el precio que haga falta", ha advertido.

El jefe del ejecutivo catalán ha escogido para su declaración un escenario emblemático donde ha insistido en la denuncia de lo que ha descrito como una "maniobra política" para llevarlo al banquillo de los acusados por no haber retirado los lazos amarillos y las pancartas reclamando la libertad de los presos de los edificios públicos.

"En defensa de la libertad de expresión me encontraréis en la primera línea hasta las últimas consecuencias. No hay lucha pequeña cuando se trata de los derechos colectivos y las libertades que se han conseguido con muchos esfuerzos y sacrificios",

El president ha denunciado una vez más que "la regresión democrática, la deriva autoritaria y la vulneración de los derechos fundamentales en el estado español" se han convertido en una de las motivaciones mayores de los independentistas para "construir un futuro en libertad", y ha exigido al Estado que deje de utilizar sus instituciones en la estrategia represiva.

"Estamos ante un nuevo intento de atemorizar, de dar miedo, de amenazar y querer que la libertad no triunfe", ha advertido. Después de insistir en que estas "carencias democráticas" forman ya parte del paisaje habitual, ha subrayado la necesidad de combatir "la mala fe y falta de rigor político" de una parte importante de organismos e instituciones de los aparatos del Estado.

"El lazo amarillo no es ningún símbolo de partido: es un símbolo de libertad, democracia y justicia", ha remachado.