El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha excusado su presencia a la cena de Foment del Treball después de que la Moncloa se haya negado a que Torra clausure el acto, imponiendo que sea la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien haga la clausura. Ante la situación, Torra ha excusado su asistencia al acto sobre las seis y media de la tarde, según han explicado fuentes próximas a ElNacional.cat.

Se trata de la cena anual que organiza la patronal Foment del Treball, en la cual se dan los premios Carles Ferrer Salat, y que acostumbra a unir representantes del gobierno catalán y español. En un inicio, Torra era la máxima autoridad de este acto, pero en esta ocasión el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho llegar en las últimas horas un escrito en el cual delegaba oficialmente su representación a la ministra Nadia Calviño, hecho que hace que salte el protocolo y la ministra adopte las funciones del presidente español, de manera que pasa por delante de Torra. La actitud condescendiente de Fomento con los deseos de Moncloa han llevado a la Generalitat a desistir del acto poniendo como excusa que el juicio del Supremo en Torra que ha tenido lugar hoy, lunes 18 de noviembre.

No es la primera vez que la Moncloa decide arrinconar al presidente de la Generalitat. El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo lo mismo con el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la celebración del mismo acto el año 2013, cuando Rajoy delegó sus funciones a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. En aquel momento, Mas consideró lo mismo que hoy ha hecho Torra y suspendió su presencia al acto.

De esta manera, la Generalitat quedará representada por el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el conseller de Trabajo, Chakir el Homrani; la consellera de Empresa, Àngels Chacón, y el conseller de Territori, Damià Calvet. Por parte del Gobierno, asistirá la ministra de Economía, Nadia Calviño; la ministra de Justicia, Margarita Robles y la titular de Hacienda, Maria Jesús Montero.

Todo eso pasa en un contexto de negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez y la formación del nuevo ejecutivo español. Hoy mismo, la vicepresidenta en funciones Carmen Calvo ha pedido a los partidos independentistas que antepongan España a sus intereses.

Como ya pasó el año pasado, Fomento había querido dar al acto una significación de punto de encuentro entre los dos gobiernos, para favorecer el diálogo, algo que siempre aparece a los discursos del presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, pero que la situación creada lo dificulta. Esta cena se celebra casi un año después del consejo de Ministros de Pedro Sánchez en Barcelona y la Declaración de Pedralbes, que también acabó con los premios Ferrer Salat y donde Sánchez Llibre entonces sí que pudo lucir de haber juntado a los presidentes de ambas administraciones en una misma mesa, lejos de la situación de este año.

Las críticas de Sánchez Llibre

El presidente de Foment del Treball y anfitrión de la noche, Josep Sánchez Llibre, ha aprovechado su discurso de la noche para exigir a los políticos catalanes gobernar "sin más dilación" y condenar contundentemente los disturbios que se han producido en protestas por la sentencia del 1-O.

En este sentido, ha sostenido que la política "continúa estancada en ella misma sin poner luces largas y atender el interés general" desde hace un año, cuando se celebró la anterior entrega de premios, y ha criticado la falta de presupuestos tanto en Catalunya como en el resto de España. "No se puede demorar más la gobernación y la toma de decisiones. La desafección política es ya excesiva. La sociedad necesita confiar en sus instituciones para que todo el engranaje democrático funcione por el bien de todos, y no en un beneficio de un partido u otro", ha remarcado.

Ha abogado por "afrontar todos los problemas" que hay sobre la mesa con valentía, y ha subrayado que la política no puede convertirse en una dificultad que frene las posibilidades reales de crecimiento de la economía y el bienestar, como ha dicho que sucede desde hace demasiado tiempo. Asimismo, ha sostenido que ambos gobiernos tienen que "recuperar" su relación institucional, y ha destacado que la solución al conflicto político tiene que pasar por la negociación y el acuerdo.

Con respecto a los disturbios y a las protestas contra la sentencia del procés, el líder de Fomento ha defendido que el derecho a reunirse y manifestarse "no ampara provocar la barbarie", y ha considerado que tampoco recoge impedir físicamente el acceso a los estudiantes en la universidad. "Querer perjudicar la economía, como afirman los protagonistas de esta barbarie, necesita una respuesta rápida y eficiente de las autoridades", ha expuesto.

Es por eso que ha exigido a las autoridades presentes en la cena una "condena contundente" a los disturbios producidos a Catalunya desde la publicación de la sentencia del 1-O para que no se vuelvan a repetir. "No condenar la barbarie y no evitarla es una grave irresponsabilidad de la Generalitat", ha enfatizado y ha indicado que este tiene la obligación de garantizar los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos, tanto de los que quieren manifestarse como de los que no.