Susana Díaz ha lanzado una crítica contundente por los resultados del 26-J durante el comité federal del PSOE de este sábado en Ferraz. Díaz ve en Podemos un peligro para su partido y busca en la competición con ellos la forma de mejorar la propia candidatura. La presidenta andaluza considera que hace falta una reconstrucción profunda del PSOE y apuesta por recuperar el espacio como formación mayoritaria por la izquierda. "No hemos recogido ni un solo voto de este millón de votos que ha perdido [Unidos Podemos]. Y no lo hemos recibido porque hemos difuminado mucho nuestro proyecto, porque nuestra posibilidad de gobernar era llegar a un Gobierno con Podemos. Es hora de recuperar nuestras señas de identidad", ha afirmado ante sus compañeros.

Díaz es corresponsable de la caída de 5 diputados durante la repetición de los comicios. El pasado 26-J el PSOE se quedó con 85 de los 90 que había obtenido el 20-D. En Andalucía se perdieron 2 y la formación socialista quedó por detrás del PP. La baronesa ha instado a los socialistas españoles a pensar por qué habrían perdido "un proyecto mayoritario". "Tenemos que afinar más en nuestras alianzas, de llegar a la gente joven, de llegar a gente de izquierdas y centro izquierda", ha asegurado.

El foco de su crítica radica en la sensación de que Ferraz estaría trabajando más para ganar a Podemos que en el Partido Popular. "Yo no quiero ganar a Podemos, yo quiero ganar este país", ha afirmado. Susana Díaz reconoce el mérito de haber amortiguado la posibilidad del sorpasso, pero lamenta el declive de la formación en el último año electoral. "Nos hemos salvado por la campana. En las elecciones europeas el PP nos sacó tres puntos y trece le sacábamos a Podemos, cinco le sacábamos a Podemos con IU. Y hoy estamos a diez del PP y con Podemos a dos", ha apuntado. 

Díaz defiende que no debe haber nuevas elecciones, pero se mantiene firme en la línea oficial de no facilitar la investidura a Mariano Rajoy y permanecer en la oposición. Consciente de que en su autonomía ha registrado unos resultados peores que el 20-D, se ha comprometido con la lealtad a Pedro Sánchez en las decisiones que se tomen de ahora en adelante en la formación de gobierno. "Hace falta que lo hagamos con claridad, desde nuestras convicciones y no desde el tacticismo, sino que desde las convicciones profundas de lo que somos", ha asegurado.

La nota discordante en el discurso de la presidenta andaluza ha venido marcada por la guerra sobre qué hará el PSOE cuando Rajoy fracase en las dos vueltas del pleno de investidura. Díaz ha reiterado el 'no' por activa y pasiva al Partido Popular. Sin embargo, una de las sentencias ha emulado por momentos la posición del expresidente Felipe González. González indicó que el PSOE se tendría que abstener para que gobierne el PP. "El escenario ha cambiado. Está en juego no sólo la investidura, sino también la gobernabilidad de España. No somos muleta ni apoyo de nadie. Sólo de los intereses de España", ha cerrado. Cuáles son esos intereses aún está por definir.