El culebrón protagonizado por la pareja de Isabel Díaz Ayuso, el empresario, Alberto González Amador, continúa con nuevos episodios. La más reciente, es la decisión del Tribunal Supremo de cerrar la puerta a su demanda contra la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, por haberlo tildado de "defraudador confeso". Según ha comunicado el supremo, se ha desestimado la "pedida de protección del derecho al honor" interpuesta por González Amador contra Montero por sus declaraciones. "El demandante solicitaba que se declarara que se había producido una intromisión en su derecho al honor ante la demandada, quien, en varias ocasiones hizo mención de su condición de investigado por un delito", explica el tribunal en su nota de prensa, asegurando que las palabras de la ministra son una "crítica política" que se ampara por la libertad de expresión. El pasado mes de octubre, la pareja de Ayuso también se querelló contra Pedro Sánchez y el ministro Félix Bolaños, que se refirieron como "delincuente confeso", unas palabras similares a las de Maria Jesús Montero.
Las palabras de Montero, una crítica política par el Supremo
De esta manera, el Supremo explica que considera que las declaraciones son una "crítica política" que, "guste o no como realidad social", es frecuente: "Criticar el contexto familiar de los políticos cuando hay conductas sospechosas de ser delictivas, o al menos, socialmente reprobables, o lo que algunos pueden legítimamente considerar como socialmente reprobable". De esta manera, por el Supremo, entre los elementos legitimadores de la libertad de expresión están "las manifestaciones que versan sobre una cuestión de interés general y afectan a una persona de relevancia social", poniendo el ejemplo de la "pareja de una importante política, la cual es, en realidad, la destinataria última de la crítica."
¿Por qué está investigado González Amador?
La pareja de Ayuso, el empresario González Amador, está investigado en un juzgado de Madrid por diferentes delitos, entre los cuales hay presunto fraude a Hacienda de 350.961 euros entre el 2020 y el 2021. Su defensa reconoció este delito para llegar a un acuerdo con la Fiscalía, motivo por el cual Montero, pero también Sánchez y Bolaños, hablan de él como un "defraudador confeso". Las palabras de Montero se remontan a marzo del 2024, cuando también dijo que le parecía "curioso" que Ayuso tuviera un hermano y ahora una pareja "que parece que están relacionados con presuntas causas de fraude, sea de mascarillas o de comisiones o de cualquier otra cuestión."