El Tribunal Supremo estudiará si el permiso extraordinario de urgencia concedido, con conocimiento del juzgado de guardia de Manresa pero sin avisar al alto tribunal, al conseller Josep Rull para ver a su hijo hospitalizado fue irregular y, en su caso, determinar si existen indicios de delito en esta actuación.

Fuentes jurídicas han informado de que la Sala que enjuiciará los hechos se reunirá próximamente para estudiar esta cuestión y deliberar sobre ella y, en el caso de apreciar que se ha podido cometer algún delito, lo enviarán a la fiscalía para que informe al respecto.

El hijo, hospitalizado de urgencia

Rull, en prisión preventiva en la prisión de Lledoners (Bages), salió el sábado pasado 5 de enero del centro penitenciario después de obtener un permiso extraordinario de urgencia para visitar a su hijo pequeño en el hospital.

Una salida concedida por la dirección del centro penitenciario ―sobre el cual tiene competencia a la Generalitat― de la que no se informó al Supremo, que es el órgano judicial competente para decidir sobre los permisos de los acusados en el proceso.

El alto tribunal sólo tuvo conocimiento de la concesión de este permiso a posteriori cuando recibió una comunicación de la prisión de Lledoners, en la cual no se adjuntó ninguna documentación médica del menor que justificara la salida, añaden las fuentes.

Consultado por los servicios penitenciarios, el juzgado de guardia de Manresa dictó una resolución a las 17.00 horas del sábado en la cual recordaba que el reglamento penitenciario prevé la concesión de permisos extraordinarios de urgencia por parte de la administración competente, han informado en Efe fuentes penitenciarias.

El reglamento faculta al director

El artículo 161.4 del reglamento faculta al director general a autorizar un permiso extraordinario para casos de urgencia.

A duras penas unos minutos después, a las 17.18 horas, Rull salió con el permiso extraordinario y fue trasladado bajo custodia policial al Hospital Sant Joan de Déu de Manresa para visitar a su hijo, que la víspera de Reyes, y durante un vis a vis familiar, se cayó y sufrió una fuerte conmoción en la cabeza, cosa que le produjo una pérdida de conocimiento.

Los servicios médicos tuvieron que evacuarlo de urgencia y en ambulancia hasta este hospital, donde pasó unas horas desorientado, sin reconocer a sus familiares, aunque, finalmente, los facultativos le dieron el alta y pudo pasar la noche de Reyes en casa.

Después de visitar a su hijo, Rull ―para quien la fiscalía pide 16 años por un delito de rebelión agravada con malversación― volvió a la prisión a las 19.20 horas, es decir, dos horas después de su salida.

El Supremo no ha accedido a ninguna de las múltiples peticiones de libertad ni permisos solicitadas por Rull. Tampoco le concedió salir de manera extraordinaria por Navidad, una resolución dictada después de que se pasara el plazo de salida solicitado por Rull y otros presos.