La exdiputada de la CUP Eulàlia Reguant no formará parte de los beneficiados por la amnistía. El Tribunal Supremo le ha denegado la aplicación de la norma del olvido penal por haberse negado a contestar a Vox durante el juicio del 1-O. Ella misma ha compartido este miércoles en su cuenta de X la resolución que le hizo llegar el alto tribunal martes, pocos días después del primer aniversario de la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados. "Un caso más a contabilizar en el no mientras la lista de policías amnistiados no para de crecer", ha denunciado. Reguant fue condenada por un delito de desobediencia grave a pagar una multa de 13.500 euros, cantidad que abonó en diciembre del 2022. Por todo, la cupaire considera que la aprobación de la ley es "eficaz para los policías y difícil para los independentistas".
1. El viernes hará un año que el Congreso aprobó la ley de Amnistía, y ayer el Tribunal Supremo tuvo a bien de comunicarme que a mí no me lo aplicará.
— Eulàlia Reguant Cuidado|Cura (@aramateix) May 28, 2025
Un caso más a contabilizar en el no mientras la lista de policías amnistiados no para de crecer. pic.twitter.com/373fV3vE8H
El Supremo castiga Reguant por no contestar al partido ultra
En un hilo, Reguant critica que, para el Tribunal Supremo, "la denuncia de la instrumentalización de la extrema derecha en el juicio del Procés no tiene ninguna relación con la ley que tiene que aplicar". La exdiputada se negó a contestar a Vox, que ejercía de acusación popular, durante su comparecencia como testigo en el juicio del Procés, que tuvo lugar al principio del 2019 y que acabó con la sentencia condenatoria de los presos políticos. La cupaire ya había anunciado días antes que no respondería a la extrema derecha porque "representa el fascismo, el racismo y el machismo".
El Tribunal Supremo penalizó la decisión de Reguant, al considerar su actitud "inequívoca, clara y patente". En su resolución, le recriminó su conducta durante el juicio oral y también por escrito en el texto presentado por su representación procesal. Por todo, el tribunal determinó que la oposición de Reguant fue "meditada y decidida" y, sobre la defensa de la libertad ideológica y objeción de conciencia que utilizó para justificar su conducta, el supremo consideró que la diputada de la CUP "traspasó claramente los límites de la libertad ideológica y de conciencia, y no estaba ante un ejercicio lícito de la libertad de expresión".