El gobierno de coalición atraviesa uno de sus momentos más delicados y la continuidad del Ejecutivo pende de un hilo. En este contexto de máxima debilidad política de Pedro Sánchez, la crisis no solo sacude al PSOE, sino que ha abierto una división interna en Sumar sobre el futuro de su papel dentro del gobierno español. Fuentes de Sumar admiten que dentro del espacio hay posiciones enfrentadas entre quienes defienden salir del Ejecutivo ante la situación actual y quienes consideran que hay que continuar en el gobierno para forzar cambios profundos. Este debate interno se produce mientras la dirección del partido mantiene públicamente una línea clara de presión al PSOE para que impulse una remodelación del Consejo de Ministros.
La vicepresidenta segunda del gobierno español y líder de Sumar, Yolanda Díaz, confía en que el presidente acabe asumiendo la necesidad de mover ficha tras los últimos escándalos que afectan a los socialistas. Desde su entorno alertan de que mantener la estrategia actual puede tener consecuencias graves. “Continuar así es alimentar a Vox”, sostienen fuentes del partido. Díaz trasladó el pasado viernes a Sánchez la propuesta de una “reformulación radical” del gobierno, que incluiría la salida de ministros y el acuerdo de un programa de mínimos para afrontar los próximos dos años de legislatura. Aunque el PSOE ha descartado públicamente una remodelación de esta magnitud, en Sumar consideran que su socio no puede permitirse una imagen de inmovilismo en un momento tan crítico.
Según estas mismas fuentes, la situación actual es la peor desde la formación de la coalición progresista, en enero de 2020. Las últimas informaciones judiciales y, especialmente, el caso de Paco Salazar han situado al Ejecutivo en un “escenario brutal” que obliga a tomar decisiones. Gobernar solo resistiendo, alertan, puede agravar aún más el desgaste. “No se puede gobernar resistiendo. Resistir es alimentar a Vox, continuar así es la garantía de alimentar a Vox”, insisten.
La propuesta de Sumar pasa por activar un triple cambio: un cambio formal, con nuevas caras que cierren el debate sobre las responsabilidades políticas; un cambio político, que modifique el relato del gobierno; y un cambio programático, con un paquete de medidas que reactive la agenda social y permita llegar a 2027 con garantías electorales. “¿Si no cambiamos nada, continuamos así? ¿Para que nos arrasen?”, se preguntan desde el espacio de Díaz.
En paralelo, la vicepresidenta segunda ha mantenido contactos con diversos partidos del bloque de la investidura para medir el impacto de la crisis. “Todos están muy preocupados”, aseguran fuentes de Sumar, que reclaman a los aliados consciencia de la gravedad del momento político que atraviesa la coalición progresista. Pese a la presión, en Sumar asumen que los cambios no llegarán de manera inmediata.
La reunión que lo puede cambiar todo
Este viernes está prevista la reunión de seguimiento entre el PSOE y Sumar, solicitada la semana pasada por los partidos del espacio de Yolanda Díaz. Asistirán los secretarios de Organización de las fuerzas que integran el gobierno y la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró. A diferencia de otras ocasiones, no está prevista la presencia de ministros ni de las principales vicepresidencias.