La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, no intervendrá esta noche en Barcelona en el acto de entrega de las medallas de Fomento del Trabajo, que cerrarán el rey Felipe VI y el president, Carles Puigdemont.

Había cierta expectación por escuchar la primera intervención de la número dos del ejecutivo en Catalunya después de que ha asumido las funciones de Administraciones Públicas. Especialmente porque en el momento de relevar en estas funciones al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defendió la necesidad de "empatía e imaginación" para "acortar distancias" con las autonomías.

Precisamente, la consellera de Presidència, Neus Munté, ironizó sobre estas palabras de Santamaría cuando el martes anunció la voluntad del Govern de proponer una reunión entre la vicepresidenta y el vicepresident, Oriol Junqueras, en Barcelona.

Plantada de Mas

Las visitas protocolarias de Santamaría en Barcelona no acostumbran a pasar desapercibidas. Hace tres años, en este mismo acto organizado por Fomento pero sin la presencia del monarca, la voluntad de la vicepresidenta de cerrar los parlamentos, provocó tensión con el entonces president, Artur Mas, que exigía que se respetara la preeminencia de la figura del jefe del ejecutivo catalán como representante del Estado en Catalunya. Finalmente, Mas plantó a Santamaría y dejó la silla vacía.

Esta vez, la vicepresidenta, que estará presente en Catalunya como ministra de jornada acompañante del Rey, ni siquiera hablará.