Lamentándose de que "cuando hay mucho ruido, poca cosa puedes hacer", el conseller de Cultura, Santi Vila, ha querido dejar claro hoy en RAC1 que las diferentes voces que han salido atribuyéndole que le gustan los toros "es otro de los mitos que me acompañan" y ha justificado haber ido porque, o bien lo habían llevado sus padres de pequeño, o bien fue hace 5 o 6 años con unos amigos en Céret sólo para enseñarles cómo es este "espectáculo" cultural.

Vila ha puesto de manifiesto: "Me incomoda muchísimo que cualquier afirmación con matices se utilice para situar a un personaje como si fuera la quinta columna y se ha mostrado dolido porque considera que la polémica sobre los toros "ha sido desafortunada".

Precisamente por eso, el conseller de Cultura ha querido aclarar que el uso que hizo de la palabra "españolísima" en la entrevista de El País "es una provocación y una exageración, que viene a decir que esta nación que hemos configurado tiene la inmensa fortuna que es muy abierta", así como "la cultura catalana ha recibido influencias de todas partes". En este sentido, ha querido dejar bien claro que "lo que piensa Santi Vila y la CUP no es lo mismo, pero intentamos dotar Catalunya de un Estado propio".

Parte del universo

"No tengo ningún interés al cortar los vínculos culturales con España porque forma parte de nuestro universo". Alto y claro, Vila se ha reiterado con la idea de que la cultura se impregna de diferentes elementos culturales, sin embargo, eso sí, ha incidido en su propósito "de intentar no volver a levantar la víscera del debate taurino".

"Absolutamente" convencido de que no volverá a haber toros en la Monumental", el conseller ha expuesto que "sería un espacio perfecto para hacer espectáculos de medio formato" porque ahora "tenemos espacios muy pequeños o muy grandes", pero nada que se ajuste a un espectáculo que albergue una capacidad media de personas.

Aunque ha reconocido que "me gustaría que todo [la actividad de la Monumental] gravitara entorno la cultura", Vila también ha admitido que "para darle viabilidad económica, se pueden incorporar otras actividades".

Cultura para políticas sociales

En un intento de crítica constructiva al Govern, Vila ha aclarado que "intento ser exigente conmigo mismo y con el Parlament" porque considera que aquí la cultura queda relevada a un segundo o tercero plano y, dejando claro que "no riño al Govern", también ha dicho que "nos tenemos que comprometer porque la referencia tiene que ser la de los países adelantados".

"Estoy convencido de que tenemos un problema de filosofía, no asumimos que la cultura también sirve para hacer políticas sociales", ha puesto sobre la mesa, al mismo tiempo que ha recordado que "los países más adelantados se creen la cultura y destinan hasta un 2% del presupuesto".

Justamente por eso ha destacado que, a pesar de que "sabemos qué tenemos que hacer y cómo, falta más dinero para llegar más lejos". "Los políticos tenemos la obligación de resolver los problemas que heredamos", ha sentenciado.