La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría rechaza que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, asista al Congreso para debatir en un cara a cara con Mariano Rajoy el referéndum, sin que la sesión termine con una votación, como quiere el Govern, para evitar el escarnio que sufrió el exlehendakari Juan José Ibarretxe en 2005. El nuevo portazo del Gobierno español llega después de que trascendiera que Puigdemont enviará una carta a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, donde le pedirá ser invitado formalmente para exponer las razones del referéndum del 1 de octubre.

Lo ha explicado Santamaría en una entrevista en Los Desayunos de TVE, donde ha reivindicado que el Parlamento español no es "un salón de actos" y que todas las proposiciones que se debaten terminan en una votación. Al respecto, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, anunció la semana anterior que sólo se contemplaban dos escenarios para el Govern: una ley del Parlament que inste a reformar la Constitución y dar cabida al referéndum, o una modificación del Estatut.

Sobre el llamamiento al referéndum del 1-O, Santamaría ha dicho que Puigdemont y el vicepresidente Oriol Junqueras están "ninguneando y obscureciendo" al 60% de catalanes que no serían independentistas, a su juicio. En este sentido, expuso que cualquier acto preparatorio del referéndum "ya constituye delito", recordando la querella contra la consellera de Governació, Meritxell Borràs, por la compra de urnas. Aquí instó a los funcionarios a pedir "las órdenes por escrito", tal que quede prueba de lo que hagan en adelante.

En cuanto al acto de Pep Guardiola, donde éste afirmó que España era un Estado "autoritario", la vicepresidenta consideró que suponía una "provocación" porque a su juicio sería la forma de la Generalitat para movilizar a las bases. Esta tesis también se extendería al anuncio de la fecha del referéndum, porque no fue acompañada de la firma de la convocatoria oficial –que permitiría abrir la vía judicial–. "Catalunya está hastiada de su propaganda", ha dicho, afirmando que la actitud del Govern seria la del "victimismo" y ya era "suficiente" de "este rollo" del independentismo.