El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha afirmado que el caso Soria "señala el camino de salida" a Mariano Rajoy. Sin embargo, además, ha pedido a Pablo Iglesias y a los dirigentes de Podemos que se repiensen su negativa a facilitar un gobierno de cambio.

¿"Qué argumentos más hacen falta para poner fin al gobierno de la vergüenza -en alusión al Ejecutivo del PP- y dar paso a un gobierno de cambio, ejemplar y social"?, ha soltado el dirigente socialista en un encuentro con militantes del PSOE en Málaga casi a la misma hora que Rajoy intervenía por primera vez en un acto político del PP, en Zaragoza, después de la dimisión del hasta ahora ministro en funciones de Industria.

La salida del gobierno de José Manuel Soria, salpicado en los llamados papeles de Panamá por la acumulación de pruebas que lo relacionan con empresas radicadas en paraísos fiscales, en las Bahamas y en Jersey, parece haberse convertido en el último cartucho para que los socialistas convenzan a Podemos de la necesidad de evitar nuevas elecciones a menos de diez días que el rey Felipe VI convoque una nueva ronda de consultas con los partidos para intentar una investidura in extremis. El 2 de mayo acaba el plazo para que las Cortes puedan elegir nuevo presidente del Gobierno español, después del fracaso de Sánchez, que no ha conseguido el apoyo de Podemos a un gobierno con el PSOE y C's.

Sánchez ha asegurado en las últimas horas que a pesar del estrechísimo margen de que dispone para revertir su fallida investidura no tirará la toalla y lo probará "hasta el último minuto" a pesar de la negativa de Podemos a facilitarle la elección.

El nuevo caso de irregularidades que en esta ocasión ha afectado al núcleo del gobierno de Rajoy parece alejar cualquier tipo de posibilidad para un acuerdo in extremis que lleve a una gran coalición PP-PSOE, como se propone el PP. Por eso, y además de hurgar en la crisis de los populares - "la historia del PP con la corrupción es como una serie policíaca, cada semana hay un capítulo nuevo"-, el frustrado candidato socialista a la Moncloa está desplegando una estrategia de presión máxima sobre los podemitas.

Bloqueo del cambio

En esta dirección, Sánchez reclamó ayer tajantemente a Iglesias que "no siga bloqueando el gobierno del cambio". "El único que está bloqueando este cambio es Pablo Iglesias con su voto en contra". Igualmente pidió al líder de la formación morada que no se equivoque con el PSOE: "Podemos no es mi adversario, el adversario de los socialistas se llama desigualdad, corrupción y falta de oportunidades. Por eso queremos acabar con el gobierno de Mariano Rajoy, que no se repitan elecciones y que tengamos un gobierno de cambio en este país". 

"No tiraré la toalla, hasta el último minuto reivindicaré la vía 199, que es la unión de las tres fuerzas políticas del cambio -PSOE, Ciudadanos y Podemos-, que es lo que necesita y se merece este país". ha insistido Sánchez.

Todo indica que si se convocan nuevas elecciones generales por el rechazo del PSOE a un gobierno de izquierdas con la abstención de las fuerzas nacionalistas e independentistas vascas y catalanas como propone Podemos, y por la negativa de la formación morada a compartir un acuerdo con C's, la estrategia electoral de los socialistas pasará por responsabilizar a Iglesias de la posibilidad de que Rajoy siga teniendo opciones de mantenerse en la presidencia.