Pedro Sánchez ha cerrado este miércoles la cumbre de la OTAN en la que se ha firmado el compromiso de invertir un 5% en defensa asegurando que España no superará el 2,1%. El presidente del Gobierno ha celebrado el "acuerdo histórico" alcanzado con el secretario general de la alianza atlántica, Mark Rutte, que otorga a España cierta flexibilidad en la definición de su senda de gasto. En una rueda de prensa posterior a una cumbre en La Haya en la que ha evitado el contacto con Donald Trump, el líder socialista ha aseverado que el 2,1% es "compatible con nuestro modelo social" y también "suficiente y realista" para cumplir con los objetivos de capacidad. Rutte, en cambio, considera que España tendrá que gastar un 3,5% para cumplirlos. En todo caso, el acuerdo se revisará en 2029.

"España está firmemente comprometida con los objetivos de capacidad de la OTAN y los cumpliremos en tiempo y forma", ha asegurado el líder socialista en una comparecencia ante los periodistas, en la que ha reivindicado la necesidad de aumentar el gasto en defensa para "hacer frente a la incertidumbre" que generan conflictos como la ofensiva rusa en Ucrania. Es por eso, ha recordado Sánchez, que su gobierno desplegará el plan industrial y tecnológico anunciado el pasado mes de abril.

Preguntado por las críticas de los socios de la OTAN que han disparado contra la flexibilidad pactada entre Rutte y Sánchez, el presidente socialista se ha escudado recordando que el ejército español es de los que más tropas tiene desplazadas en el frente oriental. "Seguiremos siendo una pieza clave en la arquitectura de la seguridad europea tanto en el flanco sur como en el flanco oriental", ha aseverado.

Sánchez evita a Trump y se queda apartado en la fotografía de familia

Durante esta cumbre, el presidente español ha evitado el contacto con Donald Trump. La cumbre se ha celebrado al día siguiente de que el presidente de los Estados Unidos definiera a España como "problema" para la OTAN, a causa de la excepción pactada con Rutte que le otorga cierta flexibilidad en el gasto. No ha habido ninguna imagen entre el líder socialista y el magnate norteamericano, y el propio Sánchez ha reconocido más tarde en la rueda de prensa que "no ha tenido la ocasión, por casualidad", de saludarlo en ningún momento.

Contrariamente a lo que es habitual en él, Sánchez no ha conversado mucho con el resto de socios, se ha sentado rápidamente en su silla y se ha mantenido distante y en completo silencio durante la fotografía de familia. "¿Y por qué no? ¿Por qué no me puedo sentar en mi silla a preparar la intervención? Se me interpreta todo de una forma; me parece que las cosas se estiran mucho; lo importante es lo que se pacta, pero cada uno escribe su crónica", ha respondido Sánchez a la defensiva durante la ronda de preguntas de los periodistas.