El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, afirma no tener "ningún problema" con la cruz del Valle de los Caídos, por lo que no contempla ni va a proponer su demolición.

Así lo ha asegurado en conversación informal con los periodistas que le acompañaron en su gira iberoamericana, de la que regresó a primera hora de este sábado. Sánchez considera "injusto" que se le acuse de haber dado un bandazo por renunciar a convertir el Valle de los Caídos en un Museo de la Memoria, como venían proponiendo los socialistas.

Bajo su punto de vista, lo que ha hecho es "madurar" su reflexión acerca de qué hacer con el Valle de los Caídos, y su conclusión es que los restos del dictador fascista Francisco Franco deben ser exhumados y trasladados a otro lugar, dado que no es víctima de la Guerra Civil ni de la dictadura.

El presidente español defiende que su ejecutivo va a exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos para que ese lugar deje de ser un lugar de exaltación del franquismo y reafirma su compromiso con la creación de una Comisión de la Verdad, compuesta por expertos e historiadores, para acordar entre todos una versión de país de lo que aconteció durante la Guerra Civil y el Franquismo.

Sánchez también apuesta por crear un museo de la Memoria Histórica, pero en un lugar distinto al Valle de los Caídos, dado que, por su contenido simbólico, el monumento de El Escorial debe quedar como cementerio civil, aunque manteniendo la Basílica que regentan unos monjes benedictinos.