Más de dos semanas después de que estallara el escándalo CatalanGate de espionaje masivo al independentismo, ya ha rodado la primera cabeza. Es la de Paz Esteban, directora del Centro Nacional de Inteligencia y principal señalada por el caso Pegasus. Pero no ha caído por el espionaje al independentismo, sino por la infección de tres móviles del Gobierno y un intento fallido. Esta misma mañana se ha formalizado su destitución en Consejo de Ministros y se le ha comunicado, una vez ha finalizado el análisis de todos los dispositivos móviles de los ministros. Es una primera cabeza, que ya tiene sustituta: Esperanza Casteleiro. Pero el independentismo y Unidas Podemos ya han advertido en las últimas horas que no es suficiente con la salida de Esteban y apuntan también hacia la ministra a Margarita Robles, máxima responsable política de los servicios de inteligencia.

Paz Esteban ha sido el cortafuegos. Con toda una trayectoria profesional en el CNI hasta que ascendió a directora en 2019, ha sido la principal señalada durante las últimas semanas por el escándalo de espionaje político. Era señalada por el independentismo, que veía las garras de los servicios de inteligencia españoles detrás del CatalanGate, como después se confirmó en la comisión de secretos oficiales. Pero también estaba en el punto de mira del Gobierno por la enorme brecha de seguridad que permitió extraer varios gigabytes de datos de los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de los ministros de Defensa, Margarita Robles, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

 

La encargada de comunicar la destitución públicamente ha sido la ministra Margarita Robles, que justamente se había resistido a ello. Ha tenido que hacer un juego de equilibrios, visiblemente incómoda, y ha negado incluso la mayor, en respuesta a un periodista: "Usted habla de destitución; yo le diría sustitución de una funcionaria del Centro por otra funcionaria del Centro". En este sentido, ha tenido elogios para la decapitada Paz Esteban, ha evitado vincularlo al caso Pegasus y ha relativizado los hechos, asegurando que "en este mundo vivimos ciberataques" y que "hay deficiencias y fallos en todas partes", no sólo en España. Ha reiterado su "orgullo para todos los servidores públicos" del Estado.

Pero ni el independentismo ni Unidas Podemos se dan por satisfechos sólo con la cabeza de la directora del CNI, aunque en las últimas horas ERC ha rebajado la presó sobre La Moncloa. "Si me preguntan si basta, yo les diría que no", ha dicho la dirigente republicana Marta Vilalta. Tanto independentistas como podemitas han apuntado directamente hacia la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha llegado a justificar el espionaje al independentismo en sede parlamentaria, tanto en el pleno como en la comisión. De la misma manera, exigen una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados y la desclasificación de las autorizaciones judiciales exhibidas a la comisión de secretos oficiales.

El informe de Moncloa

Ya hay conclusiones después de analizar todos los móviles del Consejo de Ministros. La lista de terminales infectados con el software Pegasus sube finalmente a tres: los del presidente Pedro Sánchez y los ministros Margarita Robles (Defensa), y Fernando Grande-Marlaska (Interior). También hubo un intento de infección del terminal Luis Planas (Agricultura) en aquellas mismas fechas (junio 2021), pero fue fallido. No hay información de los teléfonos de ministros que ya han abandonado al ejecutivo central. Han puesto el informe del Centro Cripológico Nacional en manos de la Audiencia Nacional. Las miradas están fijadas en Marruecos, aunque La Moncloa se abstenga de hacer comentarios.

Las infecciones tuvieron lugar entre mayo y junio del 2021 y la cantidad de datos extraídos es muy elevada. La semana pasada ya se comunicó que se habían retirado 2,6 gigabytes y 130 megabytes de datos del teléfono del presidente del Gobierno en dos accesos, y nueve megabytes de la ministra de Defensa. En el caso del ministro del Interior, según fuentes del ejecutivo central, se le hicieron dos intrusiones, robándole 400 megabytes y 6,3 gigabytes, respectivamente.

¿Qué dijo Esteban a la comisión?

El Centro Nacional de Inteligencia espió al independentismo catalán, pero lo hizo con una autorización judicial del Tribunal Supremo. Según fuentes conocedoras, esta es la versión que dio la semana la directora del CNI en la comisión de secretos oficiales. Eso sí, Paz Esteban rebajó la lista a sólo 29 dirigentes independentistas, entre los cuales hay el president Pere Aragonès y el entorno del expresident Carles Puigdemont en Waterloo. Se encuentra mucho lejos del informe de 65 políticos, activistas, abogados y periodistas catalanes y vascos que Citizen Lab ha acreditado que tenían el teléfono infectado con el programa Pegasus. Y quedaron muchas incógnitas en el aire: ¿quién espió al resto de independentistas? ¿Y al presidente español Pedro Sánchez y la ministra Margarita Robles? El PSOE y la derecha salieron aparentemente satisfechos; todo lo contrario que el independentismo.