Para Pedro Sánchez, los datos del paro no son motivo de alarma. Eso, aunque este martes se ha dado a conocer que el pasado mes de julio ha sido el peor a nivel estatal en materia de empleo en la última década. En el conjunto de España, la Seguridad Social ha perdido a 7.366 afiliados a julio, un mes en el cual habitualmente hay un aumento de la afiliación. Pero el presidente español ha querido matizar que, en términos generales, España se encuentra con las cifras de paro más bajas desde la crisis económica de 2008. Además, también ha alegado que, con la reciente reforma laboral, el incremento en contratos indefinidos y la caída en temporales obliga a leer los datos de ocupación con otras gafas.

"Hoy, con la reforma laboral, hay un aumento de contratación indefinida frente a los que perdían. Caen los contratos temporales y hay medio millón de afiliados más en la seguridad social respeto antes de la reforma", ha defendido Sánchez, añadiendo que su gobierno "lo hará todo" para proteger la clase media y trabajadora. Por otra parte, también ha señalado a las cifras de turismo, que, según Sánchez, marcan que han llegado 30 millones de personas este año, por lo que el sector está recuperando los datos prepandémicos. Con todo eso, el mandatario no pone el grito en el cielo por los números, y por lo contrario subraya "la solidez del comportamiento económico". "Ni catastrofismo ni euforia", asegura.

El enfrentamiento con Ayuso

Pedro Sánchez también se ha pronunciado en referencia a las medidas anunciadas el lunes por el Gobierno y que pretenden reducir el gasto energético, tal como pide la Unión Europea para hacer frente a las amenazas de Vladímir Putin. Con la posibilidad de que el presidente ruso cierre el grifo del gas, el continente se ve obligado a reducir su consumo de gas. Para conseguirlo, La Moncloa anunció ayer las medidas, como apagar las luces de los escaparates por la noche y limitar las temperaturas de los aires acondicionados en espacios públicos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quiso poner en marcha la polémica advirtiendo que, en su región, no se acataría esta norma.

Ante esta ofensiva, Sánchez no se ha referido por nombre a la madrileña, pero sí que la ha advertido. "La ley en España se cumple", ha amenazado, recordando que todo el país tendrá que respetar la normativa del gobierno. Además, ha afirmado que la decisión se ha tomado teniendo en cuenta el principio de "solidaridad" con el resto de países de la Unión Europea. "Pido a las administraciones territoriales y a los partidos políticos huir de un comportamiento unilateral, egoísta e insolidario, alejado del europeísmo", ha dicho, en una referencia clara a Ayuso.

La ley de secretos oficiales "fortalece" la democracia

Finalmente, y respecto del anuncio también del lunes que el Consejo de Ministros había aprobado el anteproyecto de la nueva ley de secretos oficiales, que sitúa un periodo de 50 años antes de poder desclasificar aquella información más hermética, el mandatario ha defendido que permite avanzar en la "regeneración democrática", dejando atrás la normativa vigente que fecha de 1968. En más, ha querido alejar el debate del medio siglo que marca para desclasificar algunos documentos, y ha dicho que el debate sobre este periodo que se prevé con Unidas Podemos y otros socios de investidura permita "fortalecer" la democracia.