La cabeza de lista de la CUP, Dolors Sabater, ha vuelto a insistir al candidato a la investidura, Pere Aragonès, que el apoyo de su grupo está condicionado al acuerdo que firmaron después de las elecciones del 14-F. En un discurso marcadamente social y de cariz anticapitalista en el cual no solo ha llamado a combatir al Estado sino también al fascismo, el capitalismo y el patriarcado, Sabater ha enfatizado la idea de que hay que prepararse no sólo para el referéndum, sino también para "poder sostener el resultado", en clara referencia a lo que pasó después del 1-O.

En este sentido, Sabater ha hecho un llamamiento a "no repetir viejas fórmulas del pasado que ya se sabe que son fracasadas" y a evitar las disputas partidistas por "las cuotas de poder". "Nuestros nueve votos no son un cheque en blanco, ya que aquel era un acuerdo de mínimos para orientar la legislatura hacia la izquierda, pero hay que ir mucho más allá. Hay que comprobar que esto empieza desde hoy", ha advertido.

Sabater ha enumerado varios ejemplos como que se detenga la "represión" contra el movimiento en defensa de la vivienda; que se impulse una banca, una farmacéutica y una energética pública; o que se reformule el modelo productivo.

 

Y es que para los cupaires, las dos luchas —la social y la nacional— van ligadas, y así lo ha vuelto a alertar Sabater. "Nos tendremos que volver a movilizar y mirar hacia la comunidad internacional. No será fácil, construir este nuevo terreno de choque nos quiere determinados, persistentes, sin ninguna tentación de rendición y sin perder eficacia por las disputas", ha pedido.

El margen al diálogo

La líder cupaire ha querido dejar claro en todo momento que ni ella ni la formación anticapitalista participarán en la mesa de diálogo con el Estado porque no creen en ella, pero ha expresado su respeto a que los republicanos lo intenten durante dos años más, tal como queda recogido en el acuerdo entre ambas formaciones. Ahora bien, "la mesa de diálogo no nos conducirá a una solución del conflicto, sino que estabilice el conflicto y la situación actual", ha advertido.

 

Para Sabater, las aspiraciones soberanistas chocan con el Régimen del 78 y sus intereses y, en este sentido, ha enviado un claro mensaje al rey Felipe VI y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Tenemos malas noticias para ustedes: seguimos en pie. Después del embate represivo del otoño del 2017, seguimos en pie".

Dirigiéndose a los diputados del PSC y su líder en la cámara, Salvador Illa, Sabater les ha reprochado la persecución judicial que el independentismo sufre con su partido en la Moncloa y los ha reprobado por negar el verdadero diálogo poniendo como ejemplo el veto de los socialistas en el Congreso para evitar que se debata sobre una amnistía para los presos, exiliados y el resto de represaliados.

 

El enésimo llamamiento a los comunes

Haciendo un enésimo llamamiento a los comunes, Sabater les ha pedido que abandonen "la hostilidad" hacia el independentismo, al cual ha definido como el "mayor movimiento popular de Europa" que puede acabar con el Régimen del 78. Justo antes, Sabater había recordado que la represión y la negativa a resolver democráticamente el conflicto entre el Estado y Catalunya no había cambiado ni con los gobiernos del PP ni con el gobierno de coalición, donde también está Unidas Podemos.

La réplica de Aragonès

En su réplica, Aragonès ha prometido "autoexigencia" a la CUP y ha pedido seguir trabajando con "honestidad y lealtad". También ha augurado que encontrará más puntos compartidos con los anticapitalistas para ampliar el acuerdo "de mínimos" asegurando que no quiere quedarse "aquí", sino que pretende agradecerles más "acuerdos futuros".

 

Imagen principal: la líder de la CUP, Dolors Sabater, en el pleno de investidura de este viernes / Foto: Efe