Política de textos... y de contextos. Ante las promesas de inversión en Catalunya y unos presupuestos del Estado para el 2017 que distan de las palabras del presidente Mariano Rajoy al empresariado catalán hace unas semanas, la Generalitat quiere marcar la agenda del Ministerio de Fomento a través de un informe donde se fijan las prioridades de ejecución para el Corredor Mediterráneo hasta el 2020. Pero el ministro Íñigo de la Serna ya prepara su terreno, avisando de ello es una "prioridad" en Moncloa, aunque no sólo depende de los contextos económicos, sino también de las "limitaciones administrativas".

Es la conclusión de la Mesa que se ha celebrado este lunes en el Centro Blanquerna de Madrid, donde han asistido el conseller Rull; el de Empresa i Innovació, Jordi Baiget; el equipo del Ministerio de Fomento; así como la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas; el diputado de Cs, Miguel Gutiérrez; el del PDeCAT, Ferran Bel; la senadora de ERC, Mirella Cortès; y el economista y diputado de JxSí Germà Bel. La reunión era de magnitud, en palabras del delegado del Govern en la capital, Ferran Mascarell, porque las obras del corredor suponen "el símbolo de la situación de España", en un momento en que el soberanismo sigue avanzando en la hoja de ruta.

La cuestión es que Rull y Baiget llegaban para denunciar aquello que creen como la carencia de la economía política en el Estado –una vez expuesto el texto consensuado entre todos los partidos del Parlament, el Govern y el tejido económico y social catalán. Son la voluntad política, las acciones sin calendarizar y la radialidad de las inversiones.

"Política de textos y de contextos. Aquí tenemos un problema. Los plazos en muchas ocasiones han quedado desacreditados", ha expuesto el titular de Territori, tras exigir una agenda de compromisos "claros, previsibles, ciertos y evaluables", como el que han presentado este lunes, con el objetivo de no perder "oportunidades, riqueza y bienestar". Al respecto, ha explicado que el centralismo era "ineficiente" porque el 60% de las empresas que importan y exportan se sitúan en esta franja, y supone el 40% del PIB de España. El ejemplo aportado es que una parte del ramal del corredor pasa por Madrid, en conexión con Castelló. En consecuencia, ha abogado por sincronizar posiciones entre los territorios del Estado y el resto de Europa.

De la Serna no era la primera vez que se reunía con Rull y Baiget, sino que también lo hicieron en Barcelona antes de que se conocieran los presupuestos de Rajoy. Por ese motivo, los tres se han tomado un café al inicio del encuentro, exhibiendo complicidades antes de que el ministro dijera "bon dia" en un catalán perfecto, para soltar más tarde el nuevo argumento que justificaría la menor inversión de 75 millones de euros este año en el Corredor –lo que conllevaría que la mayor inversión se tuviera que llevar a cabo en el resto de legislatura (2018-2020).

"No estamos ante un problema presupuestario, no de partidas, sino ante las limitaciones de la tramitación administrativa. En algunas partes de nuestro territorio se estima que no hay una cantidad suficiente para dar un curso a nuestra actuación, es porque no existe capacidad administrativa", ha remachado, acompañado por su secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar.

Así y todo, el titular ministerial se ha mostrado dispuesto a poner en marcha la obra para su efectivo cumplimiento, a través del diálogo con los agentes implicados. Primero, ha recordado que hay un encargado ya nombrado, Juan Barios, como coordinador del Corredor Mediterráneo. Segundo, ha hecho un llamamiento al sector empresarial –ante la mirada atenta del presidente del Porto de Barcelona, Sixte Cambra, o el representantes de Pimec y del Port de Tarragona- para lograr un diseño "óptimo" de la infraestructura y la finalización de sus tramos.

El primer ejemplo es el Tarragona-Vandellòs de 62 Km, que previsto que esté terminado y en funcionamiento al primer trimestre del 2018, mientras que el Vandellós-Castelló se encuentra en "trámites de reactivación de las obras", así como el de Castellbisbal-Vilaseca. Por otra parte, De la Serna también ha apuntado que una de las preocupaciones es acelerar el acceso de las mercancías a los puertos, y que en el caso del de Barcelona la previsión es que antes del verano se hayan licitado las obras del acceso ferroviario. Con respecto al acceso vial, ha asegurado que prevé tener terminadas las actuaciones en el 2019.

En última instancia, el ministro ha anunciado que el BOE de este martes publicará un concurso convocado conjuntamente por España y Francia para introducir las autopistas ferroviarias a las conexiones entre los dos países. Consisten en hacer posible que los camiones, ya sea sólo la carga o también la cabina, puedan acceder directamente a los vagones de los trenes. Según De la Serna, el concurso que se publica este martes es el "primer paso" para hacerlas realidad en el Estado. Política de textos... y de contextos internacionales.