Los delegados de la Generalitat en el exterior se han marchado este martes de Barcelona después de dos días de reuniones con deberes para hacer las próximas semanas. El conseller de Exteriors, Raül Romeva, ha abordado con sus embajadores la situación en que se encuentra el referéndum, les ha advertido que será muy duro y que se tendrán que dedicar a fondo, que el discurso del Govern tiene que ser claro y preciso, por lo cual se intensificarán los mecanismos de coordinación, que este año tendrán pocas vacaciones -o nada-, y que tienen que advertir con el máximo realismo de las dificultades con las que chocará el voto de los residentes en el exterior.

Los once responsables de las delegaciones catalanas en el mundo se tienen que responsabilizar de transmitir el mismo discurso que el Govern que, en esencia, queda recogido en el memorándum que el departamento de Romeva hizo llegar a los gobiernos, embajadas y representantes consulares el viernes pasado después de que el president, Carles Puigdemont, anunciara la fecha y la pregunta del referéndum. La misión es explicar el objetivo de la votación y la situación en que se encuentra la convocatoria a las autoridades de los territorios donde mantienen la representación así como a los medios de comunicación.

Este discurso tendrá que ser claro y además tiene que estar absolutamente coordinado para garantizar la precisión del mensaje, por esta razón se les ha advertido que se celebrarán nuevos encuentros como los de esta semana en los tres meses y medio que quedan hasta el referéndum.

A la reunión, que ha durado dos días y se ha celebrado en la sede del departamento, han asistido los once delegados del Govern y los responsables de la cúpula de Exteriors, con el conseller al frente. El encuentro ha servido también para explicarles el decreto que ha aprobado hoy el Consell Executiu con el cual se quiere "reforzar" la estructura exterior de la Generalitat.

Los delegados, al igual que los diputados y buena parte de los altos cargos implicados en la convocatoria del referéndum, se les ha aconsejado que si quieren cogerse días de vacaciones no se alejen de las respectivas delegaciones, con el fin de poder garantizar la presencia en pocas horas, y que la segunda quincena de agosto estén ya todos de nuevo en su puesto de trabajo.

Al mismo tiempo se tendrán que encargar de explicar a los residentes en el exterior cómo votar. En este punto, la instrucción es no crear falsas expectativas y actuar con realismo. Tanto, que a aquellos catalanes que no están registrados a las respectivas embajadas se les aconsejará que preparen el viaje a Catalunya el 1 de octubre si es que quieren votar en el referéndum. A los que ya están registrados el Govern se compromete a hacer todo lo que esté a su alcance. El president dejó claro el domingo, durante la entrevista en TV3, que las condiciones de la votación tendrán que ser lo más parecidas posibles a unas elecciones ordinarias. Y, en estos casos, los expatriados ya han tenido problemas para votar.

El Govern dispone de once embajadas en el exterior: la UE; Ginebra; Reino Unido e Irlanda; Francia; Alemania; Estados Unidos, Canadá y México; Austria; Italia; Polonia y Países Bálticos; Países Nórdicos y Portugal.