Incrédula todavía con la decisión del juez de enviarla a ella misma, a Artur Mas y a Joana Ortega a juicio por haber puesto las urnas el 9-N, la exconsellera de Ensenyament Irene Rigau se ha lamentado hoy en Els Matins de TV3 de que "si el Estado español continúa igual, puede pasar que vuelva a haber imputaciones con el futuro referéndum".

Rigau, que todavía muestra su sorpresa porque "hasta el 4 de noviembre no vieran que la consulta del 9-N iba en serio", ha puesto de manifiesto su deseo de creer que este "mal trago" sirva para que "aparezca una nueva planta" porque: "Encuentro impresentable que nos hagan sentarnos como unos delincuentes", ha dicho, "creo que de este mal paso tiene que salir una cosa más buena".

Precisamente por eso ha querido hacer un llamamiento a la población para "mantener su fuerza", así como para "hacer frente" a una situación nunca vista. "¿Hay algún español penalizado por desobedecer el TC?", se ha cuestionado Rigau, que se ha autorespondido recordando que "no conozco ninguno" y que, por lo tanto, "seríamos los primeros".

Mentalidad reaccionaria

Aunque todavía está "esperanzada" con que el juez desestime el recurso, Rigau ha anunciado que, a pesar de que cree que el juicio será en verano, pedirán una ampliación del plazo "para poder preparar bien la defensa". Ahora bien. Ella, como Mas y Ortega, tienen –casi– claro que el juicio "acabará con una inhabilitación".

Dejando claro que "lo veo difícil", Rigau también ha aprovechado para pedir a otros grupos que se sumen al suplicatorio porque, ha recordado, "estamos ante una mentalidad muy cerrada y reaccionaria" y ha vuelto a apelar a la "fuerza de la población para hacer frente".

Sobre la forma del referéndum, Rigau se ha reiterado con aquello que tanto el president Carles Puigdemont, como el resto del Govern, llevan diciendo de hace días: "La futura votación tiene que ser con un sí o un no y con efectos posteriores".