La agenda va avanzando. Ayer fueron los indultos a los presos políticos, que ya han salido este mediodía en libertad. Y ahora se avanza en el diálogo. Este mismo mediodía se ha conocido, finalmente, la fecha de la reunión entre los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès. El encuentro tendrá lugar el próximo martes 29 de junio a las cinco de la tarde en el Palacio de La Moncloa. De la misma manera, el presidente español recibirá el 9 de julio a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que acaba de ser investida.

Los problemas de agenda han impedido que la reunión entre presidentes tuviera lugar antes de la concesión de los indultos, como estaba previsto en el organigrama inicial. Pero el orden de los factores no altera el producto. El martes que viene será el recibimiento de Aragonès en La Moncloa, y previsiblemente de aquí saldrá un horizonte más claro para la mesa de diálogo, que no se reúne desde febrero del año pasado, antes de la crisis sanitaria. Las posiciones, sin embargo, siguen muy contrapuestas: la delegación catalana defiende el referéndum y la amnistía, mientras la española propone profundizar en el autogobierno.

Cuándo se reunirá la mesa de diálogo, todavía está por ver si es este mes de julio o ya se espera a septiembre, a la vuelta de vacaciones. No obstante, fuentes del Gobierno señalan que lo más importante es que haya "coordinación" entre ERC y Junts en esta mesa bilateral, especialmente por lo que respecta a "la actitud" con la que van, para evitar que sea un "diálogo de sordos".

Al día siguiente de la concesión de los indultos, estas mismas fuentes remarcan que el "principal obstáculo" argumentado por los independentistas, que era la existencia de presos políticos, ha desaparecido. Por eso confían en que el president Aragonès se vuelque en la mesa de diálogo, porque se juega mucho. Desde La Moncloa están convencidos, en cualquier caso, de que el independentismo no volverá a la vía unilateral.

¿Nueva etapa?

Desde el Govern de la Generalitat admiten que a partir de ahora se entra en un cambio de rasante con respecto a las relaciones con el Estado. Lo verbalizaba ayer el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una declaración institucional después de la concesión de los nueve indultos. "Es el momento de volver a hacer política, afrontémoslo con la máxima exigencia y con el compromiso de encontrar una salida acordada que respete la voluntad popular del pueblo de Catalunya", ha subrayaba el dirigente republicano, acompañado de todos sus consellers en el Palau.