Junts per Catalunya ya hace semanas que ha activado la maquinaria para las elecciones municipales de 2027. Los juntaires buscan tener todos los candidatos atados durante el 2026 y, su discurso, será sobre todo la lucha contra los populismos de izquierdas, ante el auge en las encuestas de Aliança Catalana. Para hacerlo, los juntaires han llevado a cabo un reglamento interno para elegir candidato, que será validado este sábado en una convención municipalista que se celebra de forma telemática y que, nuevamente, deberá ser ratificado el 29 de noviembre en un consejo nacional del partido. Aunque no es definitivo, el reglamento establece una especificidad para elegir candidato en Barcelona, independientemente del mecanismo que habrá en toda Catalunya.
En el caso de Barcelona, el reglamento contempla hasta tres mecanismos, que no son definitivos, para escoger al candidato y que acabará definiendo la CMT, la Comisión Municipal Territorial, que, en el caso de la capital catalana, estará configurada por dos representantes de la ejecutiva nacional -uno de ellos el responsable de Política Municipal, Joan Ramon Casals-; también formarán parte dos representantes de la Federación de Barcelona -su presidente, Joan Rodríguez, y el secretario de política municipal- ; así como un representante de cada uno de los diez distritos de la ciudad. El reglamento, por eso, especifica que es incompatible formar parte de la CMT y ser a la vez aspirante a candidato, de manera que el conflicto de intereses se quiere cortar de raíz.
Tres posibles caminos para elegir alcaldable
El mecanismo de selección se activa cuando la CMT se constituye y la DEN la ratifica. Se envía un correo electrónico a militantes y simpatizantes informando del inicio del proceso y del plazo para presentar precandidaturas: tres días para notificar que se quiere ser alcaldable. El cuarto día se proclaman los aspirantes que continuarán el camino. El filtro siguiente es la recogida de avales: debe obtener el aval de un 20% del censo de militantes y simpatizantes con derecho. Se trata de un sistema telemático a través de la plataforma Decidim y permite avalar a más de un aspirante.
Cuando se cierran los avales, la pelota vuelve a la CMT, que tiene 24 horas para escoger cuál de las tres opciones se aplica:
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Proclamación directa: la CMT designa alcaldable sin votación interna.
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Ratificación en asamblea: la CMT propone un único nombre y la militancia lo ratifica en cinco días.
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Votación interna: si hay pluralidad competitiva, proceso democrático abierto entre dos o más candidatos.
De esta forma, la ejecutiva liderada por Carles Puigdemont se guarda hasta el último momento el mecanismo para elegir candidato, ante lo que, a estas alturas, apunta a un enfrentamiento entre el líder actual en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí Galbis, y el portavoz y vicepresidente del partido, Josep Rius. Sin embargo, han sonado otros nombres que han ido perdiendo fuerza, como la exconsellera Victòria Alsina, el exconseller Argimon, el exconseller Joaquim Forn o, incluso, el president Artur Mas, quien ya se ha autodescartado. Habrá que ver qué pasos sigue Jaume Giró después de renunciar a los cargos internos del partido por desavenencias con Puigdemont. En todo caso, los juntaires descartan tener candidato barcelonés ya este 2025 por una cuestión de 'tempos' del propio reglamento.
¿Cómo se hace en el resto del país?
El procedimiento es diferente del resto del país. La CMT está formada por una presidencia local del municipio, la presidencia comarcal, la presidencia de la veguería y el responsable de política del partido, Joan Ramon Casals. Como ocurre en el caso de Barcelona, también es incompatible ser candidato y formar parte de la CMT. Además, hay que tener en cuenta que para ser candidato no es necesario ser militante de Junts. En los municipios con ejecutiva local, la CMT abre el proceso con quince días de antelación y la asamblea local recoge y eleva propuestas elaboradas por militantes, simpatizantes, la ejecutiva local, la comarcal o la propia CMT.
Después, la misma comisión formula un nombre y la militancia lo tiene que ratificar. Si la asamblea lo rechaza, se vuelve a empezar. Hay que recordar que, en el anterior reglamento, en aquellos municipios de más de 50.000 habitantes se tenían que celebrar primarias en caso de más de un candidato. Sin embargo, ahora no es el caso. Allí donde no hay estructura local, la CMT simplemente nombra al cabeza de lista y lo comunica a los militantes del municipio. El mecanismo es centralizado y busca garantizar que no haya territorios huérfanos.