El juicio al expresidente del Parlament y conseller de Empresa, Roger Torrent, y a los otros tres miembros de la Mesa del Parlament por desobediencia, fijado para el 12, 13 y 15 de julio, podría tener que retrasarse. El motivo es que el republicano Torrent ha recusado al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y que también preside el tribunal que les tiene que juzgar, Jesús Maria Barrientos, y el exmiembro de la Mesa Josep Costa ha recusado a los tres magistrados del tribunal, formado por Carlos Ramos y Carles Mir, además de Barrientos. Para resolver estos recursos ahora se tiene que formar una sala con los magistrados del TSJC, menos los recusados, como recoge el artículo 77 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que ha de pronunciarse si los tres jueces mantienen o no su imparcialidad para juzgar a la segunda Mesa del Parlament por desobediencia. Fuentes del gabinete de prensa del TSJC ha informado a ElNacional.cat de que esta sala se constituirá en breve y que, en principio, hay tiempo para celebrar la vista en la fecha fijada.

Torrent, a través de su abogado Andreu Van den Eynde, ha recusado Barrientos por falta de imparcialidad y haber expresado rechazo a su ideología, la independentista, por el incidente vivido el 23 de febrero de 2018 en el Colegio de Abogados de Barcelona. El entonces president del Parlament pronunció un discurso crítico y citó "a los presos políticos", hecho que provocó que el presidente del TSJC y otras autoridades se marcharan del acto, mientras la entonces decana de los Abogados reñía a Torrent. El abogado justifica la presentación ahora de la recusación porque un magistrado del Tribunal Constitucional (TC), Ramon Saéz Valcarcel, ha emitido recientemente un voto particular en que daba la razón al presidente Quim Torra al considerar vulnerados sus derechos. Añadía que Barrientos, por unas manifestaciones realizadas y por el acto en la abogacía, para eliminar "cualquier sombra de parcialidad" se tenía que haber apartado del juicio al presidente Torra, juzgado y condenado por desobediencia por no retirar la pancarta en favor de los presos políticos. Torrent fue el afectado directo de aquel desplante, según su defensa.

El exmiembro de la Mesa y actual secretario para la Administración de Justicia, Eusabi Camdepadrós (Junts), a través de su abogado Jordi Pina, se ha adherido a la recusación hecha por Torrent, como también la exmiembro de la Mesa d'ERC Adriana Delgado. Por su parte, Josep Costa ha recusado a los tres magistrados de los tribunales. Las recusaciones han sido  avanzadas por ElMon y confimadas por ElNacional.cat.

Procesados

El marzo pasado, el TSJC anunció que enviaba a juicio al expresidente del Parlament y actual conseller de Empresa, el republicano Roger Torrent, y los exmiembros de la Mesa de Junts Josep Costa i Eusebi Campdepadrós, actual secretario para la Administración de Justicia, y Adriana Delgado (ERC) por un delito grave de desobediencia al Tribunal Constitucional en el 2019 por haber permitido dos votaciones soberanistas y contra la monarquía. La fiscalía ya anunció hace meses que pide para los tres primeros 20 meses de inhabilitación a cargo público, y un año y cuatro meses en Delgado para participar en una de las dos votaciones. El partido Vox es acusación popular y les pide el mismo castigo que la fiscalía.

 

Fraude de ley

En las respuestas a las recusaciones, la fiscalía lo describe como "fraude de ley" querer apartar al presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos. Precisa que el 3 de mayo del 2022 se les notificó la composición del tribunal, y el 16 de mayo las fechas del juicio, y que unos días antes, el 12 de mayo, Torrent presentó el incidente de recusación por unos hechos, que "ya sabía desde hace tres años antes de ser procesado", y que con anterioridad se había adherido a las recusaciones hechas por Costa, que fueron rehusadas.

Por su parte, Jesús Maria Barrientos y Carlos Ramos, firman una respuesta conjunta en que no aceptan la recusación del primero, y cuestionan el nuevo argumento de Torrent sobre un voto particular del TC del caso de Torra, ya que afirman que la mayoría del tribunal la rehusó. Y Carles Mir, hace un escrito, el único en catalán, que tampoco admite que tenga que ser apartado del tribunal que tiene que juzgar la Mesa del Parlamento por desobediencia, porque expone que forma parte del tribunal de apelación de la sala de lo penal del TSJC y que ha participado en resolver unos recursos de queja de Costa, sin haber analizado el fondo de la causa de desobediencia. Ahora se verá si la llamada sala 77 resuelve a tiempo o se tiene que cambiar la fecha del juicio.