Cuatro frases ha necesitado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para resumir la opinión que tiene de la visita del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a Bruselas para explicar el referéndum que prevé llevar a cabo a la Generalitat antes del otoño de 2017. "Sé que ha ido a una sala del Parlamento Europeo. No sé si ha dado la conferencia o no. Realmente no tiene ningún sentido. Le han dado el trato que merecía", ha respondido Rajoy a la pregunta de los periodistas sobre si había presionado el Ejecutivo para que no hubiera ninguna autoridad en el acto –y por extensión, boicotearlo.

Las palabras del jefe de Gobierno llegan después de que se hiciera público que el portavoz del Partido Popular en el Parlamento europeo, Esteban González Pons, había remitido una carta a sus colegas de grupo pidiendo que no asistieran a la conferencia de Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, y el conseller de Exteriors, Raül Romeva, porque iría "en contra" de la Constitución. El propio Pons llegó a decir que el acto tendría lugar en una sala alquilada, como si se tratase de una "cafetería". Este hecho fue en paralelo a la polémica sobre que el presidente del Parlamento europeo, Antonio Tajani, había organizado un encuentro con embajadores prácticamente a la misma hora que el acto de la Generalitat.

Así las cosas, Rajoy no reconoce que su Gobierno haya intervenido para que la situación sea tal, pero ilustra cierto desdén, ya que incluso desconoce que el encuentro era a las 19h. Ahora bien, lo que la vicepresidenta y ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, confesaron hace unos días es que el ejecutivo central mantiene excelentes relaciones con Tajani. Al respecto, el propio Dastis dijo que la Unión Europea amparaba que la Moncloa detuviera el referéndum, ya que el Tratado de Maastricht estaría a favor de garantizar la integridad territorial, en su opinión.

Las palabras de Rajoy se han producido durante un almuerzo informativo en Madrid, ofrecido por el diario ABC, con la presencia de Sáenz de Santamaría, el portavoz y ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo; Dastis, el titular de Interior, José Ignacio Zoido, el de Justicia, Rafael Catalá, o la presidenta del Congreso, Ana Pastor. También había empresarios, periodistas, miembros del PP, y hasta más de 300 invitados, que han podido preguntar a Rajoy sobre todo tipo de cuestiones de actualidad, como los presupuestos del Estado, el Brexit, y el presidente Donald Trump, entre otras.

Precisamente, una de las cuestiones que ha captado la atención de los invitados es la confrontación con Catalunya. Rajoy ha advertido a Puigdemont en su discurso inicial sobre las consecuencias de "seguir abrazado a la radicalidad", que sería apostar por el "referéndum o referéndum" unilateral, ante la imposibilidad del pactado. Como si los juicios del 9-N o los recursos ante el Tribunal Constitucional no fueran sintomáticos de la acción judicial, el periodista del ABC Hermann Tertsch ha preguntado a Rajoy sobre qué pensaba hacer para "restablecer al imperio de la ley en Catalunya".

"Ha estado vigente siempre, es un principio democrático. Se han tomado muchas decisiones en la Generalitat que van en contra de ley, y en todos los casos, sin excepción, hemos recurrido al Tribunal Constitucional y éste ha dado la razón al Gobierno que yo presido", ha remachado Rajoy, sorprendido por la pregunta. Cogiendo impulso, el mandatario español ha advertido que, en ningún caso, su Gobierno permitiría que se rompiera la "unidad nacional y el principio de igualdad". "Ya lo digo ahora: eso no se producirá nunca", ha sentenciado, en una alusión remota a la victoria del 'sí' en un referéndum de independencia.