El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, sigue sin descolgar el teléfono para hablar con el president Carles Puigdemont.

Esta circunstancia se hace especialmente relevante desde el domingo, teniendo en cuenta la magnitud del accidente que se registró en Freginals y la dimensión internacional de unos hechos que implican a víctimas de una veintena de países.

Igualmente, esta actitud contrasta con la respuesta recibida desde la Casa Real. Felipe VI contactó el mismo domingo con al president Puigdemont con quien mantuvo una conversación telefónica para expresarle su pésame y ofrecer colaboración. A partir de aquel momento, el contacto entre Presidència y la Zarzuela ha sido intenso.

También el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se preocupó de ponerse en contacto telefónico con el responsable del Govern.

En cambio, desde la Moncloa se ha dejado cualquier contacto con la Generalitat en manos del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que el domingo acudió también a Tortosa acompañado de la delegada del gobierno español, Maria de los Llanos de Luna. Ha sido el único ministro que ha intervenido.

La situación se ha complicado aún un poco más a raíz de la visita a Tortosa y Barcelona del primer ministro italiano, Matteo Renzi, que ha sido recibido y acompañado por Puigdemont. El político italiano, que inicialmente pretendía mantener el viaje en un contexto privado a raíz de su relación con una de las seís famílias italianas afectadas, ha llamado a Rajoy desde Tortosa y éste lo ha explicado en un tuit.

 

Foto: El rey Felip VI y el ministro de Interior en la sede de la unidad de élite de la Guàrdia Civil en Valdemoro durante un minuto de silencio por las víctimas de Freginals/EFE