El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado el último Consejo de Ministros del año para hacer balance del 2016, un año "atípico" en su opinión, "lleno de incertidumbres", empezando por las dificultades para conseguir formar gobierno. Con todo, Rajoy ha asegurado que la incertidumbre "no ha afectado a la recuperación de la economía".

En todo caso, Rajoy ha mostrado su predisposición a ofrecer "diálogo territorial", pero en referencia al procés soberanista catalán una vez más ha puesto sus condiciones para el diálogo: "unidad de España, igualdad de los españoles y soberanía nacional" .

En este sentido, el presidente ha sido tajante: "No daremos ningún apoyo a un referéndum que liquide la soberanía nacional", porque "no se puede hablar de lo que no se puede disponer", para añadir que "no podemos hablar de incumplir la ley ".

Por eso mismo, el presidente español ha reclamado que no se efectúen en Catalunya "más pasos en la mala dirección" tras el anuncio de una ley de Transición hacia la independencia y reclamó "hacer cosas en positivo". "Pido que no se den más pasos en la dirección contraria al sentido común", ha añadido.

Diálogo ... sobre pensiones

"No haremos que los catalanes tengan que elegir entre ser catalanes o españoles", ha continuado Rajoy, que ha insistido en que "no se puede" celebrar el referéndum. A cambio, ofrece "algo mucho más razonable, hablar, dialogar", eso sí, en ningún caso sobre el futuro político de Catalunya, sino "sobre temas que afectan a todos los españoles y a los ciudadanos de Catalunya", como "el futuro de las pensiones ".

Por eso mismo ha insistido en la importancia de la futura conferencia de presidentes autonómicos -a la que Puigdemont no asistirá- porque será en este encuentro "donde se tratarán cuestiones muy importantes para la gente".

Además, Rajoy ha recordado que no presentarse a la conferencia de presidentes es "abdicar de la propia responsabilidad", asegurando que en su caso, no tiene intención de "dejar ninguna silla vacía".