El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha participado este sábado en la cumbre del G-20 celebrada en Hamburgo donde se han reunido los principales países industrializados y emergentes bajo la bandera de la cooperación internacional. En especial, climática y comercial. En la tras una "valoración positiva" del G-20, Rajoy no ha podido evitar las preguntas sobre Catalunya. Ha tildado el referéndum de "disparate que va contra las leyes de la historia y de nuestro futuro".

Y no ha dudado tampoco en criticar que "hay personas que están haciendo mucho daño y que están planeando cosas que son absolutamente absurdas". Sin dar nombres pero con los nombres en la cabeza, ha emplazado a recuperar "el sentido común", ya que entiende que el referéndum no cuenta con "ningún tipo de apoyo" de la comunidad internacional. Pero por si acaso lo tuviera, ha recordado una vez más que no autorizará un referéndum porque es "ilegal". Al mismo tiempo, ha justificado su posición de inmovilismo reiterando que no es su competencia, sino del Congreso y del resto del Estado.

A pesar de tener la ley como escudo, ha evitado avanzar si prevé o no recurrir al artículo 155 de la Constitución, lo que supondría la suspensión de la autonomía. "Haré lo contrario de lo que está haciendo Puigdemont, que se está liquidando la Constitución española y la ley. Yo no soy capaz de hacer cualquier cosa y no haré nada fuera de la ley", ha añadido. Unas palabras que han dado pie a una recomendación ya sobradamente conocida: "Lo que tendría que empezar a hacer la Generalitat es seguir la ley y hacer las cosas legalmente."

El ejemplo de España

Ante el impacto internacional de la sexta cumbre del G-20, Rajoy no ha desperdiciado la ocasión para poner a España como ejemplo de crecimiento económico y creación de empleo. Todo ello, considera que es fruto de las reformas económicas aplicadas, así como del libre comercio que genera "un crecimiento fuerte, inclusivo, equilibrado y sostenible". De la misma forma, el ministro de Economía y Finanzas, Luis de Guindos, ha defendido que el crecimiento de España empieza a "ser más una pauta que una excepción."