"Son los que había, no he cambiado nada porque lo han hecho bien y en esta vida sólo se cambia lo que no funciona". Pragmático y sincero, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha mantenido la misma camarilla que le ha acompañado los últimos cinco años al frente del partido. Esto no le ha impedido incluir una bicefalia en la cúpula genovesa, entre María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, a modo de contrapeso después de que la primera asumiera el ministerio de Defensa.

María Dolores de Cospedal seguirá de número dos, a pesar de las dos dimisiones de protesta a primera hora del sábado denunciando "pucherazo" en la votación de la enmienda que le impedía compatibilizar cargos, y que no prosperó. Después de conservarla, Rajoy ha elevado Maíllo a la consideración de "Coordinador General". Es el cargo que en 1996 ocupó el popular Ángel Acebes, número tres del expresidente José María Aznar, gran ausente en el 18º cónclave. Según fuentes cercanas a Maíllo, éste conocía su nuevo lugar en el partido antes de la ponencia Política y de Estatutos del viernes.

Los vicesecretarios Andrea Levy, Pablo Casado y Javier Maroto siguen en Estudios y Programas, Comunicación y Política Social, respectivamente. Hasta que Rajoy no ha leído la lista éstos no conocían que continuaban, según pesonalidades de la dirección de Génova han confirmado.

Cospedal empata así la batalla con la vicepresidenta y ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría. La cuestión es que la actual ministra de Defensa nunca había querido ser menos que Santamaría y su llegada al ministerio de Defensa se había entendido como el equilibrio de poderes entre la mano derecha del líder en Moncloa, y su fiel veladora en Génova. La manchega compatibilizará estas dos dedicaciones, además de presidir el PP de Castilla la Mancha.

El caso Cospedal amenazaba con ser simbólico para los liderazgos femeninos. Lo dijo incluso la super-rival y vicepresidenta, que eran juzgadas diferente ante la opinión pública. No a los de Rajoy. El gallego reconoció en una entrevista que confía en las mujeres. También lo hacen en el Consejo de Ministros. "¡En el gobierno y en el PP, las mujeres al poder!", decía un veterano miembro del ejecutivo en una conversación informal con El Nacional. Fuentes de su entorno esperaban que continuara gracias al perdón a las víctimas por el escándalo del Iak-42.

Rajoy revalida por cuarta vez

El gallego ha subido al atril motivado, con aspiraciones de eternizarse en el cargo. "Todavía puedo dar mucho más, estoy absolutamente convencido" anunciaba para pedir el voto a los suyos, aunque era el único candidato. Lo podrá hacer porque los compromisarios tampoco aceptaron en la ponencia Política y de Estatutos la enmienda sobre limitación de mandatos. Este cierre de filas sobre el liderazgo persigue el objetivo encubierto pero flagrante de evitar las batallas internas de Podemos y el PSOE para poder reivindicarse como "el partido de la cohesión y la unidad".

¿Pero cuál es la fórmula secreta de Rajoy? "He recorrido toda España, he visitado todas las provincias, conozco infinidad de pueblos. Ayer me hacía selfies con algunos de vosotros y había estado en todos los sitios de que se me preguntaba. Digo, lo tengo que apuntar y decirlo!!" se ha enorgullecido tras recordar los más de 30 años que lleva en política. El gallego ha agradecido más tarde en los suyos "el afecto" recibido, tras el año de interinato donde sus rivales lo habrían intentado "apartar" y "aleccionar" cuando sólo habrían visitado pueblos "yendo de turismo, y ni eso", se ha vanagloriado.

El PP es su otra gran fortaleza y así lo ha repetido en varias ocasiones. "Alguna cosa buena debe tener este partido...!" ha dicho, recordando que a cada convocatoria electoral crecen en escaños. Al respecto, el presidente in péctore ha hecho un llamamiento "a la ética de la prudencia y la aventura de la serenidad", sin temer la diferenciación respecto de los demás. "Si nos votan es porque no somos iguales" ha afirmado con tono reivindicativo.