En cuestión de dos semanas arrancará la campaña de las elecciones al Parlament del 12 de mayo. Desde la irrupción de Carles Puigdemont en la arena electoral, las encuestas apuntan que su candidatura subiría a la segunda posición y adelantaría a Esquerra Republicana, mientras que Salvador Illa seguiría al frente de la carrera. A lo largo de este mes los movimientos demoscópicos pueden ser múltiples, y todo lo que pase puede cambiar el comportamiento electoral de algunos votantes. En este sentido, el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) incorporó en la última ola del barómetro de 2022 una pregunta en la que plantea a los encuestados cuál sería el segundo partido o coalición a la cual votarían si tuvieran derecho a escoger una segunda papeleta. Con los resultados a esta cuestión, se puede analizar qué formaciones pugnan por determinadas bolsas de votantes y cuáles son las fronteras electorales que tienen.

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En el caso del primer barómetro del CEO de este año, realizado entre el 9 de febrero y 7 de marzo —antes de la aprobación definitiva de la ley de amnistía, del anuncio de las elecciones y de la candidatura de Puigdemont—, los resultados reflejan que Esquerra Republicana podría ser el más beneficiado como segunda opción de los electores (13,8%), pero también hay un buen puñado de votantes que no se quedaría con ninguna otra formación en caso de que tuviera que votar a una segunda lista (12,5%). Las otras tres fuerzas con mejores perspectivas son el PSC (9,1%), los comuns (8,3%) y Junts (7,8%). Ahora bien, otra lectura es que —a pesar de situarse como una de las opciones preferidas de sufragio para los votantes del PSC, Junts per Catalunya, la CUP y los comuns— esto también complica los ejes estratégicos de Esquerra Republicana, porque sus potenciales electores están en disputa con múltiples partidos que tienen diferencias en el eje nacional e ideológico.

 

Los votantes del PSC: antes a nadie que a otra lista como segunda opción

Por partidos, los electores del PSC se mantienen bastante fieles a su partido. Uno de cada tres —el 32%, para ser exactos— no votarían a ninguna otra formación aunque tuvieran derecho a un segundo voto. De hecho, son los votantes que expresan en un mayor porcentaje que no escogerían ningún otro partido. A partir de aquí, la primera formación que los socialistas elegirían como segundo voto es Esquerra Republicana (22%), seguidos de Comuns Sumar (21%). En menor grado, también hay quien optaría por Junts per Catalunya (7%), el PP (6%) u otros partidos (6%).

Los electores de ERC, entre el eje nacional (46%) y el ideológico (37%)

Con respecto a los encuestados que simpatizan con Esquerra Republicana, lo hacen en segundo lugar con Junts per Catalunya (25%). Uno de cada cuatro votantes de los republicanos escogería a los juntaires como segunda opción. Después del partido fundado por Carles Puigdemont, estaría el PSC (23%), seguido de la CUP (21%) y Comuns Sumar (14%). En este sentido, sus electores se dividen entre el voto más independentista (46%, la suma correspondiente a Junts y los cupaires) y el ideológico (37%, entre los socialistas y el espacio de Jéssica Albiach). El dato 'negativo' para Esquerra es el referente a aquellos que no escogerían a ningún otro partido como segunda opción: solo uno de cada 10 asegura que no haría un segundo voto, siendo el partido que tiene el porcentaje más bajo en esta respuesta.

Seis de cada diez votantes de Junts seguirían votando una formación independentista

En la lista de 'prioridades' como segundo partido o coalición que los votantes de Junts tienen, un buen porcentaje de ellos escogería a Esquerra Republicana (43%). A partir de aquí, el orden sería el siguiente: no elegirían a ninguna segunda opción (18%), irían a escoger a la CUP (14%), a otros (11%) o bien al PSC (7%). Así pues, un 57% de ellos optaría como segunda lista por una formación independentista, sean los republicanos o los anticapitalistas.

El PP, la 'mejor' segunda opción de Vox

Con respecto a la extrema derecha, casi uno de cada tres votantes de Vox votaría al PP si pudiera tener derecho a un segundo voto. No obstante, uno de cada cuatro no votaría a nadie más, mientras que otro 25% de ellos se repartiría entre el PSC (13%) y Ciutadans (12%). Un dato sorprendente, en este sentido, es que habría un 7% de ellos que escogería la papeleta de Junts como segunda opción y un 5% haría el mismo con Esquerra Republicana.

Dos de cada tres electores de los comuns, divididos entre el PSC y ERC

En relación con los simpatizantes de Comuns Sumar, también cabe decir que es otra formación que se ve 'afectada' por el bajo número de sus votantes que no escogería ninguna segunda opción (14%). Eso hace que prácticamente dos tercios de ellos quisieran, también, poder escoger al PSC (36%) y Esquerra Republicana (27%) como 'segundo plato'. A pesar de tener similitudes de programa con la CUP, solo uno de cada diez optaría por los anticapitalistas como segunda lista; mientras que incluso habría un 3% que votaría a Junts.

Esquerra Republicana, la segunda opción clara de los votantes de la CUP

Si echamos una ojeada a las respuestas de los votantes de la CUP, nos damos cuenta de que la segunda opción predilecta para los anticapitalistas sería Esquerra Republicana, con un 38%. Los republicanos están al frente, seguidos de Comuns Sumar (23%), ninguna otra opción (18%), otros (11%) y Junts per Catalunya (10%). De esta manera, la mitad de los electores cupaires seguirían apostando por una formación independentista.

El PP también atrae a los próximos a Ciutadans

Los populares no solo obtendrían apoyos como segunda opción entre los electores de Vox: también lo harían entre los de Ciutadans. Aunque la muestra del CEO sobre potenciales votantes de Cs es muy pequeña (17 encuestados), esta refleja que un 23% escogería al PP como segundo voto. Posteriormente, elegirían al PSC (18%), Junts (18%), ninguno (17%), Vox (12%) y Esquerra Republicana (12%).

Vox pesca en el PP

De la misma manera que los votantes de Vox tendrían al PP como segunda opción preferida, los electores de los populares hacen lo mismo con la lista de Ignacio Garriga: un 35% ejercería la segunda opción de voto hacia la extrema derecha. Paralelamente, el 24% no escogería a ninguna otra formación, en tanto que un 16% cogería la papeleta del PSC y un 14%, la de Ciutadans. De hecho, todavía habría un 3% que se decantaría por Junts, mismo porcentaje que los que lo harían por ERC.

La pregunta del CEO también recoge qué harían aquellos que votarían a otros partidos. La segunda opción de los que escogerían otras candidaturas es, mayoritariamente, ninguna (45%). Ahora bien, la primera formación que reuniría a más adeptos es Junts (16%), lista que continúan Comuns Sumar (13%), Esquerra Republicana (11%), el PSC (5%) y la CUP (5%).