La aritmética de la mesa del Congreso, con tres miembros del PP, dos del PSOE, dos de Ciudadanos y dos de Podemos (uno de ellos de En Comú Podem), hace imposible que este órgano permita a las confluencias que concurrieron con Pablo Iglesias a las elecciones tengan grupos parlamentarios propios. Ciudadanos y PP están en contra, ya que los consideran el mismo partido y el reglamento de la cámara establece que no pueden ir a grupos diferentes las fuerzas que no se hayan enfrentado ante el electorado.

Reglamento de 1982

Se trata de un reglamento de 1982, que se aplicó para las elecciones generales de aquel mismo año. Hasta entonces, los socialistas vascos y catalanes habían formado sus propios grupos parlamentarios.

En Comú Podem tiene hasta el 18 de enero para intentar convencer a los miembros de la mesa que se le permita aquello que consideran que les corresponde "por ley", habiendo cumplido los requisitos necesarios. Estos son obtener el 15% de los votos en todas las circunscripciones donde se presentaban y un mínimo de cinco escaños. El grupo encabezado por Xavier Domènech, sin embargo, ha explicado a El Nacional que sabe que es muy difícil que PP y Ciudadanos cambien de opinión (el PSOE no ha manifestado si accedería a ello o no si dependiera de ellos), ya que tiene un miembro en la mesa y sabe perfectamente cuál es el posicionamiento del resto.

En este caso no valdrían las soluciones que se perfilaban antes del 20D, como el préstamo de diputados, porque estas formaciones ya cumplen los requisitos numéricos para conformar un grupo parlamentario.

Tres alternativas

Ante este escenario, este grupo catalán estudia tres opciones. La primera es ir al grupo mixto, pero es una posibilidad remota, ya que comportaría muchas desventajas a nivel organizativo, como tener que compartir turnos de palabra, y más en el grupo mixto que se constituirá esta legislatura, con una treintena de diputados.

La segunda opción es intentar formar grupo parlamentario con las confluencias de la Comunitat Valenciana y Galicia, conformando la formación encabezada por Pablo Iglesias un segundo grupo parlamentario. Esta alternativa, sin embargo, puede contar con la misma oposición de PP y Ciutadans, ya que probablemente seguirán entendiendo que los dos son el mismo partido.

La tercera alternativa, la más probable, es conformar con Podemos un solo grupo y llegar a algún acuerdo organizativo para conformar un subgrupo parlamentario.

El caso del PSC

Esta fórmula ya se probó en el grupo socialista con el PSE durante la última legislatura de Felipe González, y también con el PSOE de Rubalcaba, cuando Pere Navarro pactó por escrito con la ejecutiva federal la creación un subgrupo parlamentario catalán.

El acuerdo establecía que los diputados del PSC pudieran hacer lo que, por otra parte, ya estaban haciendo en la práctica: "expresar una posición diferente" –tal como decía el documento– en cuestiones que afectaran al autogobierno o fueran "de especial interés para Catalunya". Este acuerdo, sin embargo, no eximía a los diputados catalanes de mantener la disciplina "de acción, voz y voto".

En el caso d'En Comú Podem, el grupo liderado por Xavier Domènech en el Congreso aspiraría a tener libertad de acción, voz y voto dentro del grupo de Podemos en los temas que afectan a Catalunya –no sólo con respecto al conflicto soberanista–. Podrían tener un portavoz propio, presentar enmiendas y votar diferente a lo que vote Podemos.