Hacer un Collboni, el nuevo concepto de moda en la ciencia política doméstica, ha irrumpido en la política catalana y española acuñado por el president en el exilio, Carles Puigdemont. Era una de las ideas fuerza de la entrevista publicada por ElNacional.cat este fin de semana. "Si el señor Illa hace un Collboni, ya sabe cuáles son las consecuencias", fue la advertencia de Puigdemont al ser interrogado sobre el impacto que las elecciones catalanas pueden tener en la estabilidad del gobierno de Pedro Sánchez. El candidato de Junts advertía de esta manera sobre los efectos de un posible acuerdo entre PSC y PP, además de los comuns, en el Parlament para investir al socialista Salvador Illa, pero sobre todo  articulado con el objetivo de impedir que la presidencia caiga en manos de Junts.

¿Y por qué Puigdemont describe este tipo de acuerdo como hacer un Collboni? El president en el exilio se refiere en estos términos al pacto a que llegaron PSC y PP, con los votos imprescindibles de los comuns de Ada Colau, para la investidura de Jaume Collboni como alcalde de Barcelona, aunque el ganador de las elecciones había sido el candidato de Junts, Xavier Trias. El objetivo del PP al apoyar al candidato socialista, con quien mantiene una distancia política sideral, era impedir que la alcaldía de Barcelona fuera encabezada por un partido independentista. El mismo argumento fue esgrimido cuatro años antes por Manel Valls como cabeza de lista de Ciudadanos para investir Ada Colau, aunque las elecciones las había ganado Ernest Maragall de ERC.

La cuestión relevante no sería, pues, el pacto entre diferentes partidos para investir a un candidato, sino el acuerdo entre fuerzas que mantienen posiciones muy distantes, incluso contrapuestas, para evitar que quien ha ganado las elecciones sea nombrado alcalde. El mes de mayo del año pasado, Trias consiguió a 11 concejales; PSC, 10; los comunes, 9; ERC, 5; el PP, 4 y Vox, 2. La LOREG fija que es nombrado alcalde quien gana las elecciones, es decir, Trias, a no ser que haya un candidato alternativo que disponga de la mayoría absoluta del consistorio. Esto obligó al PSC a recurrir a los votos de los populares y a los comuns para apartar el alcaldable de Junts.

"Es evidente, esto. Que alguien cuente con los votos del Partido Popular y, por cierto, también de los comuns, para hacer una mayoría para sacar de la alcaldía de Barcelona a quien más barceloneses votaron para ser alcalde, eso nadie no entendería que pasara al Parlament de Catalunya", aseguró Puigdemont en la entrevista, en qué advirtió que un acuerdo de este tipo en el Parlament tendría consecuencias en el apoyo que los diputados de Junts brindan a Pedro Sánchez en el Congreso, el cual, por cierto, tampoco fue el candidato más votado en las elecciones generales.

Salvador Illa ha replicado asegurando que él también sufrió este tipo de artimética cuando el 2021 no logró ser investido president pese a habr ganado las elecciones al Parlament. Sin embargo, en su caso, el acuerdo que cerraron ERC, Junts y la CUP para hacer president a Pere Aragonès no sorprendió a nadie, dado que las tres fuerzas compartían el ideario independentista y se trataba de un entendimiento más que previsible. Por tanto, no entraría en la nueva categoría política denominada hacer un Collboni.