El president, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han exhibido esta mañana la unidad y transversalidad de la reivindicación sobre el traspaso del servicio ferroviario de Rodalies en Catalunya en un acto organizado en el Palau de la Generalitat. "No es una cuestión de puntualidad ya. Es una cuestión de dignidad. Es el momento de decir basta", ha asegurado el president.

Sociedad civil y entidades municipalistas llenaban esta mañana el salón Sant Jordi en respuesta a la convocatoria del Govern. El president ha recordado que hace diez años se celebró una convocatoria similar en Iese para reclamar el aeropuerto, pero ha añadido que a diferencia de aquella cita en la que existía una "presunción de bondad" y la confianza en que el clamor transversal y compartido sería escuchado, ahora la situación es muy diferente.

Por esta razón, ha subrayado que el acto sirve para exhibir la fortaleza del país "cuando se pone a andar unido" y ha emplazado a mantener la unidad hasta el final. Puigdemont ha asegurado que se ha acabado la paciencia con los incumplimientos y ha adelantado que "a cada incumplimiento" del Estado habrá una respuesta. De hecho, el conseller de Territori, Josep Rull, ha anunciado que el viernes el Govern presentará un contencioso ante la Audiencia para reclamar las inversiones presupuestadas y no ejecutadas.

Previamente, Colau ha dejado claro que las instituciones presentes en el salón Sant Jordi representan la "práctica totalidad del país" en lo que constituye uno de los actos "más unitarios" que se puede convocar para denunciar una situación que ha tildado de "intolerable e insostenible".

La alcaldesa ha denunciado que con las Rodalies se ha cometido un agravio e injusticia que ha dejado el territorio "fracturado y trinchado" y ha provocado la pérdida de vidas humanas "como consecuencia de no tener las obras comprometidas desde hace tiempo". Ha reprochado que la "falta eterna de inversión en cercanías" está afectando al conjunto del país y la sostenibilidad del aire, y que la incapacidad de ofrecer un servicio adecuado deriva en una mayor afluencia de vehículos y la consecuente contaminación, que el año pasado provocó la muerte prematura de 3.500 personas en el área metropolitana.

"No queremos más retrasos, no queremos más excusas. Estamos aquí para decir que estamos al lado de la Generalitat para exigir este traspaso que, sin duda, lo sabremos hacer mucho mejor", ha remachado.

En el acto ha intervenido también el conseller de Territori y los representantes de las asociaciones municipalistas, la Federació Catalana de Municipis y la Associació Catalana de Municipis, que agrupan a los ayuntamientos catalanes.

El conseller ha hecho un repaso de la situación generada por los incumplimientos en las inversiones que los últimos cuatro años ha provocado más de 1.500 incidencias que han afectado a 5,6 millones de personas.