El president Carles Puigdemont ha pedido al jefe del gobierno del Canadá, Justin Trudeau, que escuche a Catalunya. En una entrevista publicada en el diario canadiense Le Droit, Puigdemont ha pedido a las autoridades canadienses que no se trate la cuestión catalana como un "problema interno". "No está obligado a dar apoyo a la independencia, pero, por favor, escúchenos", ha reclamado a Trudeau.

Puigdemont ha advertido a la sociedad canadiense que la represión española "es una mala señal para todos los otros pueblos que quieren hacer la independencia en el futuro", como el Quebec. "Si la democracia está en peligro en algún lugar, la democracia en todo el mundo está en peligro también", ha asegurado.

Según el president, la reacción española al conflicto catalán es un indicio de que en Europa todavía sigue habiendo fascismo y ha explicado que su exilio en Bruselas tiene que servir para hacer un llamamiento internacional contra la vulneración de derechos por parte del Estado.