La defensa del president en el exilio Carles Puigdemont ha recusado al magistrado del Tribunal Constitucional Antonio Narváez por una conferencia en la cual tildó el procés independentista catalán de "golpe de Estado encubierto", más grave que el 23-F.

En su escrito, en que ha tenido acceso Efe, el abogado Gonzalo Boye alega que el magistrado habría perdido la imparcialidad necesaria para poder decidir sobre el recurso presentado por Puigdemont contra la orden de detención que tiene pendiente.

Según ha avanzado hoy martes el diario El País, la defensa de Puigdemont sostiene además que la falta de imparcialidad de Narváez impide que pueda pronunciarse sobre cualquier causa relacionada con el conflicto catalán y se remite a la conferencia que el magistrado pronunció en el 2017 en Granada.

Para la defensa, el magistrado manifestó en aquella conferencia una "clara predisposición" en las tesis de la acusación en la causa del procés, hasta el punto de haber calificado la querella contra los líderes independentistas de "iniciativa ejemplar".

Además, en su ponencia, añade el letrado, el magistrado del TC expresó "públicamente su simpatía por las querellas" interpuestas por la Fiscalía contra los líderes independentistas y expresó su "profundo reconocimiento" por el desaparecido José Manuel Maza, en aquel tiempo fiscal general del Estado.

Según la defensa, la "alineación" del magistrado con la acusación de la causa del procés es "total" y demuestra que "tiene formada una opinión claramente desfavorable en relación con los demandantes de amparo, a los que acusa de haber organizado un golpe de Estado encubierto que, a su parecer, sería mucho más grave que la rebelión militar que tuvo lugar el 23 de febrero de 1981".

El objetivo de la defensa es apartar Narváez del tribunal que tiene que resolver el recurso que Puigdemont presentó contra la decisión del Supremo de mantener el orden de detención, a pesar de disfrutar de inmunidad parlamentaria por su condición de eurodiputado.