El cabeza de lista de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha propuesto al presidente español, Mariano Rajoy, celebrar un encuentro en Bruselas o en el lugar donde decida de la UE, excepto el Estado español donde hay una orden de detención contra él, para "abrir una etapa presidida por soluciones políticas" en el pulso entre el Estado y el independentismo catalán. "Una reunión sin condiciones por parte de ninguna de las dos partes", ha reclamado.

"Le pido sólo que nos escuche, creo que nos hemos ganado el derecho a ser escuchados", ha reclamado el president al día siguiente que las elecciones revalidaran la mayoría absoluta de las formaciones independentistas en el Parlament: "Hay más votos a favor de la independencia que el 1 de octubre. Ha habido una ratificación de lo que hemos hecho", ha remachado el president subrayando que estos comicios se han hecho "siguiendo las reglas del Estado español" y con una participación que ha superado el 80%.

Puigdemont ha reclamado "como gesto de buena voluntad" que Rajoy tendría que "repatriar" a todos los policías que de manera extraordinaria ha enviado a Catalunya desde el mes de septiembre, tendría que retirar también a los "hombres de negro que toman decisiones de manera ilegítima en nombre de un gobierno ocupado" y tendría que hacer un llamamiento "a la moderación de sus sectores sociales y mediáticos más radicalizados", que ha ilustrado con el "clamor de a por ellos".

Inaceptable no aplicar el resultado

El candidato de JuntsxCat ha advertido que hacen falta soluciones políticas y no represión penal, como la de considerar las movilizaciones del 11-S de estrategia de la violencia. "Hace falta una rectificación urgente", ha reclamando Puigdemont refiriéndose al 155: "El presidente Rajoy tiene una oportunidad magnífica de formar parte de la solución y no crear más problemas de los que ya ha creado.

Al ser preguntado si volverá para tomar posesión del cargo, Puigdemont ha evitado pronunciarse claramente. Ha asegurado que él tiene que ser investido y volver al palacio de la Generalitat pero que también tienen que salir de la prisión el resto de miembros del ejecutivo encarcelados, y ha advertido que "sería inaceptable que lo que han decidido las urnas no pudiera ser llevado en la práctica".

Volver a la normalidad

Puigdemont ha asegurado que con las elecciones ha vuelto "la normalidad" a partir de la continuidad institucional "que nunca se ha interrumpido". "Al contrario de lo que ha provocado la irrupción del 155 a nuestras vidas, han pretendido romper la sociedad catalana buscando fractura social allí dónde había discrepancia política, romper la continuidad de nuestras instituciones legítimas y seculares y han interrumpido las políticas públicas que buscan el beneficio de todo el país", ha lamentado.

El president ha asegurado que quien sufre los efectos del 155 no son sólo los independentistas sino toda la sociedad catalana, por lo cual ha advertido que llega el tiempo de "la rectificación y la reparación".