El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha aprovechado la última rueda de prensa que ha protagonizado en Berlín después de cuatro meses de estancia en Alemania para advertir al presidente español, Pedro Sánchez, que el hecho de que los presos y exiliados pudieran volver "no tendría que ser visto como un problema sino como el inicio de la solución".

"Siempre hemos dicho que todo aquello que sea devolver a la normalidad interrumpida por el 155 formaba parte de la solución, no del problema", ha asegurado el president.

Durante la rueda de prensa, convocada a la Haus der Bundespresekonferenz y ante una gran afluencia de medios esencialmente internacionales, Puigdemont ha admitido que el ejecutivo del PSOE ha abierto un tiempo de "cambio climático", pero que todavía "no ha llegado el tiempo de los hechos". "Y esperamos los tiempos de los hechos", ha subrayado.

Referéndum

La comparecencia ha estado repleta de mensajes al Gobierno, al que ha advertido que en una lectura abierta de la Constitución cabe la consulta catalana: "La cuestión que nos tenemos que preguntar es: el Gobierno, hasta dónde está dispuesto a ir en los confines de la Constitución para resolver la cuestión catalana?". En este sentido, ha asegurado que no hay ningún precepto de la Constitución que prohíba un referéndum y que el Estado español reconoce el ordenamiento internacional en este sentido.

La fórmula que reclama Puigdemont és un referéndum acordado, como el escocés, como prioridad —"nunca diremos no a un referéndum", ha garantizado—, però también ha defendido el 1-O —"el referéndum ya lo he organizado y estoy aquí por haber organizado un referéndum", ha afirmado. Según el president, si se hubieran podido contar los "votos secuestrados por la policía" se habrían superado los 3 millones de votantes el 1-O.

Proyecto español para Catalunya

El president ha lamentado que los numerosos intentos desde Catalunya a lo largo de los últimos años de buscar un encaje con el Estado no han conseguido avanzar y se ha preguntado: "¿Hay algún proyecto español para Catalunya? Connais pas".

"Si el único argumento para continuar en España es la fuerza y la violencia, es un argumento muy pobre y débil en el siglo XXI en la Europa libre", ha advertido.

Pero el mensaje del president ha ido más allá. Ha asegurado que la voluntad de diálogo con el Estado español estará siempre abierta —"hemos encontrado extraño que el Estado español se haya reunido en el pasado con la banda terrorista ETA y no lo pueda hacer con los demócratas independentistas que no hemos utilizado nunca la violencia", ha reprochado—, pero también ha advertido que el tema catalán ya no es solo un asunto doméstico y ya no se puede resolver solo puertas adentro, sino que requiere una mirada europea.

Ataques fascistas

"La idea casi religiosa de las unidades de la patria es muy poco democrática", ha advertido el presidente que ha aprovechado la comparecencia para denunciar actitudes fascistas que intentan intimidar a la gente pacífica que reivindica la independencia. "Los hechos de radicalidad que estamos viendo son precisamente la violencia unionista de extrema derecha, cada día hay amenazas a gente que lleva el lazo amarillo", ha alertado.

Puigdemont ha explicado que en Bruselas, donde volverá este sábado, continuará el trabajo que tenía previsto antes de su detención en Neumünster para poner en marcha el Consell per la República. Ha asegurado que se había entrevistado con miembros de cuatro partidos en Alemania y que tiene invitaciones a diferentes puntos del país y de diferentes países europeos, y su intención es seguir atendiendo estas invitaciones. Entre sus proyectos se ha referido también a la Crida per la República, que ha assegurado que supera ya en adheridos a la militancia de todos los partidos soberanistas juntos.

El president, que ha comparecido con sus abogados, ha querido explicar en la comparecencia que su salida del Estado español ha obedecido a la voluntad de encontrar independencia judicial. "Fuera cual fuera la decisión, sabíamos que estaría marcada por la profesionalidad y no por las interferencias políticas", ha asegurado.

Por el contrario, cuando se ha referido al juez Llarena, ha ironizado que el mismo juez que lo quiere suspender como diputado ha retirado la euroorden para perseguirlo en Europa, pero al mismo tiempo le permite votar a través de un diputado sustituto y decide que los encarcelados y exiliados no pueden cobrar como parlamentarios. "Si este juez haciendo de juez ha acumulado tal cantidad de contradicciones, imagínese haciendo de político lo que puede provocar".

¿Qué se llevará de Alemania?, le ha preguntado un periodista. "Me llevaré a mi familia, que llegó hace unos días, todas las cosas que he ido acumulando, miles de cartas de todo el mundo expresando apoyo, muchos agradecimientos a gente que quería ayudar y colaborar y, sobre todo, me llevaré unos cuatro meses que habrán marcado mi vida y que nos habrán hecho a todos más fuertes, más resilientes y también más determinados".