El presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, ha reaccionado este jueves a las declaraciones de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en que confesaba que el objetivo soterrado de la reforma de la sedición, negociada con ERC, es extraditarlo y juzgarlo en España. En un hilo en Twitter, Puigdemont ha expresado su inquietud ante unas informaciones que considera de enorme gravedad.

Carles Puigdemont también se refiere a las últimas declaraciones del presidente español, Pedro Sánchez, en que se mostraba firmemente convencido de que el presidente en el exilio se sentaría en el banquillo de los acusados ante un tribunal español para rendir cuentas para liderar el 1-O. Puigdemont recuerda que Sánchez y Calviño "son las dos máximas autoridades ejecutivas del Estado" y que los dos "dicen que la reforma del código penal pactada con UP y ERC tiene el objetivo de facilitar" su extradición. "No son dos cualesquiera, los que lo dicen," subraya.

Las declaraciones públicas de las autoridades españolas han puesto en alerta Puigdemont y han generado malestar. De hecho, el presidente en el exilio busca aclaraciones por parte de ERC porque "después de la comparecencia solemne [de Pere Aragonès en la galería gótica del Palau de la Generalitat el día siguiente del anuncio hecho por Sánchez] y de las invitaciones explícitas a celebrar la reforma del código penal, es lógico pensar que estas cuestiones, que no son menores en términos políticos, ya se debieron conocer".

Puigdemont reivindica su derecho a formular algunas preguntas a ERC

Puigdemont reivindica su derecho a formular algunas preguntas sobre el anuncio porque lo afecta y plantea tres interrogantes. El presidente en el exilio pide saber si "eso que explica el PSOE en público, lo expuso también en privado durante la negociación". Puigdemont también quiere averiguar si la parte catalana "era consciente de que estas eran las intenciones del Gobierno en la reforma de la ley". Y, finalmente, añade: ¿"Nadie advirtió que se haría esta interpretación"?

Adelantando las posibles respuestas a sus dudas, Puigdemont plantea dos escenarios. Si ERC no se dio cuenta de las intenciones y el PSOE tampoco no habló en las negociaciones, eso obligaría a los republicanos a retirar el apoyo a la reforma "porque la habrían pactado con un socio que les ha ocultado el huevo". En caso contrario, si ERC lo sabía porque el PSOE les hubiera dado a entender que la reforma facilitaría la extradición de Puigdemont, entonces "la situación en la cual nos encontraríamos sería muy grave". "No me lo quiero ni imaginar", añade.

Puigdemont concluye su exposición manifestando que "el silencio" de ERC "tras tanta euforia es preocupante". "Y mientras hablamos de un delito anacrónico que afecta a una docena de personas —y que nosotros ya derrotamos en el 2018 en Alemania— el número de represaliados invisibles va creciendo sin cesar. Son personas que se manifestaron para pedir nuestra libertad. ¿Que lo hemos olvidado?", agrega.