El Partido Popular sigue poniendo el foco de atención en la responsabilidad penal que se podría derivar para el president Carles Puigdemont de la declaración o no de independencia, tal como le insta el requerimiento del Gobierno a confirmar antes de desplegar el artículo 155 de la Constitución. Es por eso que el coordinador general Fernando Martínez Maillo asegura que la respuesta no binaria del mandatario catalán tenía un único objetivo: "el alivio judicial" de Puigdemont, después de que el portavoz del PP Pablo Casado dijera la semana anterior que podría acabar "como Lluís Companys".

Las palabras de Maillo se han producido en la sede de Génova este lunes, después de la declaración de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la Moncloa, y el envío de la carta de Mariano Rajoy al president de la Generalitat, donde se le culpa de ser "el único responsable" de la aplicación del artículo 155. Al respecto, el número tres de la formación popular ha afirmado que le correspondía a la Justicia atribuir cuál sería la consecuencia judicial, o incluso penal. Es el mismo posicionamiento que manifestaron fuentes del Ejecutivo hace unos días en los pasillos del Congreso, remitiéndose a la Fiscalía.

Ante ese escenario, Maíllo ha intentado esquivar sutilmente las preguntas de los periodistas sobre si hacía suyas las palabras de Casado en cuanto a ilegalizar partidos con ideología independentista. "Lo dijo a título particular", se ha justificado sin admitir si era la posición de todo el PP o si pensaban abanderar esta medida para silenciar a ERC y PDeCAT. Así las cosas, se ha refugiado con que en este caso se estaban señalando "los hechos" y no la defensa del Estado propio. "Cada uno se puede sentir como quiera, afortunadamente", ha dicho recordando que la denuncia era en cuanto a la vía de los hechos de Puigdemont y el Govern. Sin embargo, ha aclarado que había países donde se había tomado la medida, pero ha concretado que este lunes no se había abordado el tema durante la reunión de la dirección popular.

Con el rumor encima de la mesa, sin embargo, Maillo ha expuesto que la participación de su partido en la comisión de reforma constitucional –que se abrirá en breves en el Congreso– era parte de su posición de "mano tendida, diálogo y consenso" para resolver el conflicto soberanista. "Es el tiempo de los hombres de partido y de Estado, no nos podemos quedar al margen del debate de la Constitución", ha reconocido, sin explicar que esta fue una de las cesiones de Mariano Rajoy al PSOE, a cambio de contar con el apoyo del secretario general Pedro Sánchez para la aplicación del artículo 155 de la Constitución.