La tensión entre JxCat y el PDeCAT va tomando forma y lo hace en detrimento del partido demócrata. El president en el exilio, Carles Puigdemont, y el expresident Artur Mas han acordado hoy después de una larga reunión de cuatro horas en Waterloo apostar por reforzar JxCat y dotar a estas siglas de una estructura que la sitúe en el espacio central del independentismo.

Los dos políticos se han reunido en Waterloo al día siguiente que Puigdemont mantuviera un encuentro con los máximos responsables del PDeCAT y JxCat, en el cual también participaron alcaldes y cabezas de lista en las últimas municipales así como los consellers Meritxell Budó, Damià Calvet y Miquel Buch.

El futuro del espacio político que encarna JxCat fue uno de los temas centrales del encuentro de ayer, como también lo ha sido en la reunión que han mantenido hoy Puigdemont y Mas.

Así lo han explicado los dos políticos en un comunicado conjunto en que han anunciado la voluntad de "reforzar" JxCat como "realidad política consolidada" con casi 3000 representantes electos en diferentes instituciones. El objetivo sería, según aseguran, que JxCat "tenga una estructura operativa y eficaz, con un proyecto de país claro con vocación de centralidad, y con una siglas consolidada que refuerce e incremente la confianza recibida en este ciclo electoral".

La implicación de Mas en esta propuesta rompe definitivamente el equilibrio interno dentro de la cúpula del PDeCAT, donde el sector afín a la expresidenta del partido Marta Pascal no esconde el rechazo a una integración definitiva de la formación demócrata dentro de JxCat, aunque las bases han hecho evidente de manera repetida el apoyo a Puigdemont y su proyecto.

A partir de la propuesta dibujada hoy este espacio político tendrá que concretar el procedimiento para subsumir el partido demócrata dentro de JxCat. Algunas voces defienden un nuevo congreso de la formación este verano para marcar su nuevo perfil.

Estructura operativa

Asimismo, tendrán que concretar las personas y funciones que tendrán que integrar lo que Puigdemont y Mas han descrito hoy como "estructura operativa". Esta estructura tiene que servir para superar las disfunciones provocadas por las reiteradas tensiones internas entre JxCat y PDeCAT; para hacer frente a las dificultades provocadas por el exilio y encarcelamiento de una parte de los líderes independentistas; y para garantizar una mayor coordinación institucional, en particular, con el Govern de la Generalitat.

La reunión entre los dos políticos ha servido también para analizar la situación después del largo ciclo electoral, estudiar el final del juicio al procés y las repercusiones que puedan tener las sentencias y para abordar la respuesta ante los impedimentos planteados por el Estado español a que Puigdemont, Toni Comín y Oriol Junqueras puedan asumir las actas d'europarlamentarios.