La Fundación del MACBA está de celebración. Cumple 30 años y este lunes ha abierto los actos de conmemoración del acontecimiento con una convocatoria de su presidenta, Ainhoa Grandes, a la cual no ha faltado el president, Carles Puigdemont, y el ministro de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo, así como el conseller Santi Vila y el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. Quien no se ha presentado -ni se la esperaba- es la presidenta honorífica del patronato, la reina Sofía.

La cita ha incluido una visita a la exposición Col·lecció MACBA 31 y los parlamentos de los invitados, que ha cerrado Puigdemont. Todo ello, ha finalizado con una comida preparada por Carles Gaig. Sopa de cerezas y bogavante azul, poulardeta con tatin de manzana y trufa y lemon-pie Gaig. Nadie esperaba un pastel con velas ni un tortell de postres, pero sí se ha comentado la ausencia de cava en la celebración cuando se ha constatado que los organizadores habían optado por un Champagne Henri Abelé Millesime, 2008.

Tampoco los vinos catalanes han tenido demasiado éxito en la comida donde se ha servido: Vallegarcía Viognier, Montes de Toledo, 2015 –un blanco de etiqueta dorada con un pequeño mapa de España en un ángulo, elaborado en una bodega propiedad de Alfonso Cortina de Alcocer, y recomendado para casar con queso, verdura, bacalao y cocina japonesa, nada de lo que se servía en este almuerzo, por cierto– y Valdubón Reserva, Ribera del Duero, 2011 –producto de una bodega, propiedad del grupo Freixenet, situada en Quintanilla de Onésimo, localidad especialmente conocida porque allí veraneaba José María Aznar y que vio nacer a Onésimo Redondo, uno de los fundadores de las JONS que se acabarían fusionando con la Falange–; se trata de un vino que casa con brasa, carnes rojas y quesos cuidados, tampoco especiales protagonistas del menú de la jornada.

La elección de los vinos ha provocado más de un comentario entre los invitados. Algunos para ironizar sobre el olvido de caldos catalanes, otros para lamentar "falta de tacto" de los organizadores que no han sabido encontrar un vino catalán en una comida encabezada por el president de la Generalitat, en la capital del país y en uno de los proyectos culturales más importantes de los últimos años.

De hecho, así se recuerda en la web de la fundación del MACBA donde se subraya que este proyecto fue posibles gracias a la implicación de una "parte importante de la sociedad civil catalana" convencida de que una ciudad con la tradición artística de Barcelona necesitaba un museo de arte contemporáneo. Al describir los antecedentes del proyecto, la página web del MACBA lo atribuye a la iniciativa del entonces alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, "que implicó al empresario Leopoldo Rodés en la creación de un museo de arte contemporáneo para la ciudad". "El president de la Generalitat de Catalunya también apoyó la iniciativa", se recuerda en la web de la fundación que no puede ignorar la importante aportación de la Generalitat en el impulso del proyecto pero donde se ha optado por obviar a quien era entonces el president, Jordi Pujol.