El presidente del Consell per la República, Carles Puigdemont, ha manifestado este sábado que "la lengua de las aulas tiene que ser el catalán y no se puede renunciar". En una comparecencia durante una Asamblea de Representantes, el president de la Generalitat en el exilio ha respondido a un comentario de una representante en la cual se hacía una crítica encarnizada a la nueva ley del catalán; la medida aprobada por el Govern y por el Parlament en las últimas semanas para esquivar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) sobre el 25% de castellano en las aulas catalanas. Puigdemont ha recordado que "el Consell ya hizo un pronunciamiento rápido y contundente cuando estuvo el primer intento de pacto" a la cámara catalana, en el cual "se preveían cosas con las cuales no estábamos de acuerdo, como tocar la Ley de Política Lingüística.

En este sentido, el expresidente de Junts per Catalunya ha afirmado que la LPL está pensada "para defender que la lengua propia de Catalunya es el catalán". "La lengua de la escuela o de las aulas de acogida tiene que ser el catalán", ha manifestado Puigdemont durante su intervención", y ha explicado también que el Consell "ha sido muy activo" para dar herramientas a la comunidad educativa para trazar una "estrategia de desobediencia" en todo aquello que tiene relación con la injerencia del estado español en la escuela y la lengua catalana. Puigdemont ha hecho estas declaraciones en un Pleno en el cual también se ha aprobado instar a los partidos políticos independentistas a hacer que los reos representantes en las cámaras españolas del Congreso de los Diputados y el Senado hablen en catalán a todas sus intervenciones, aunque eso acabaría provocando la expulsión de estos diputados de las cámaras. La intención es que la medida acabe teniendo resonancia internacional, y que circule la imagen de un estado que expulsa a sus parlamentarios por el hecho de hablar su lengua materna, una lengua cooficial del estado en cuestión.

La nueva ley sobre el catalán en la escuela se aprobó ahora mismo hace diez días, y dio luz verde al acuerdo de que habían llegado Esquerra Republicana, Junts per Catalunya, PSC y comunes. Después de dos meses de malentendidos, desacuerdos, reproches y trabas, finalmente el consenso se ha dado y el Parlament aprobó la nueva ley sobre "el uso y el aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseñanza no universitaria", la vía de acuerdo que han encontrado los cuatro grupos parlamentarios -los mismos y únicos que han votado a favor- para combatir la obligación impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de hacer el 25% del castellano en las aulas: el texto ha recibido 102 votos a favor, 29 votos en contra y una abstención.