La justicia francesa ha prohibido el uso de la lengua corsa en la Asamblea de Córcega, y el presidente en el exilio y eurodiputado Carles Puigdemont no ha podido evitar estallar ante esta situación. El dirigente independentista ha denunciado que "lo que está pasando con la lengua corsa es inaceptable" y lo ha calificado de "grave discriminación a todo un pueblo". En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente en el exilio ha subrayado que "prohibir el uso de la lengua propia de Córcega allí donde están los representantes de su pueblo es una vulneración de derechos fundamentales".

Puigdemont ha hecho referencia a la opinión del doctor Fernande de Varennes, poniente especial de las Naciones Unidas sobre las cuestiones relativas a las minorías, quien considera que la prohibición de la lengua corsa es "probablemente discriminatoria y una violación del derecho internacional". El presidente Puigdemont comparte la "contundente" opinión del relator de las Naciones Unidas.

"Francia, única e indivisible"

El 16 de diciembre de 2021, la Asamblea de Córcega aprobó por unanimidad una deliberación para cambiar el reglamento interno y establecer que "la Asamblea y el Consejo ejecutivo son garantes de los intereses materiales y morales del pueblo corso" y que "las lenguas de los debates en la Asamblea de Córcega son el corso y el francés". El Consejo ejecutivo también lo adoptó el 8 de febrero del 2022. Sin embargo, el entonces prefecto de Córcega (figura similar a la del delegado del Gobierno), Pascal Lelarge, pidió que se retirara esta modificación, al considerar que las referencias al pueblo corso y al uso de la lengua corsa eran "inadmisibles", por ser contrarias a la Constitución y a la noción de Francia como "República única e indivisible".

Tanto Simeoni, en calidad de presidente del ejecutivo, como Marie-Antoinette Maupertuis, como presidenta de la Asamblea, se negaron a hacerlo por "razones legales, políticas y filosóficas". "El pueblo corso existe, y la lengua corsa es la lengua histórica de este pueblo", aseveraron. Como respuesta, Francia presentó un recurso contencioso, que finalmente se ha resuelto ahora con una sentencia desfavorable para los órganos políticos de Córcega.