El último y contundente 'no' del presidente español, Mariano Rajoy, a la salida pactada del referéndum ha dejado el tramo final del proceso circulando por una sola vía. El Govern no contaba con que la negativa de Rajoy a la vía pactada llegara tan pronto, a penas 24 horas después de que el president, Carles Puigdemont, comunicó formalmente la petición de sentarse a negociar. No obstante, una vez descartada desde Madrid esta opción, Puigdemont ha decidido convocar en el Palau de la Generalitat a todos los partidos del Parlament que dan apoyo al proceso, para analizar la situación y consensuar los próximos pasos que tendrían que desembocar, esta vez sí, en la convocatoria del referéndum.

Puigdemont citó a los partidos para esta misma tarde después de que ANC, Òmnium y AMI reclamaran en una reunión extraordinaria el sábado por la mañana que se fijen "ya" la fecha y la pregunta, una vez escuchada la negativa del ejecutivo español a negociar.

Casi a la misma hora que las entidades planteaban su llamamiento, Rajoy reiteraba ante los empresarios reunidos en la cita anual del Círculo de Economía en Sitges que nunca se haría el referéndum mientras él sea presidente. De hecho, desde que el lunes pasado Puigdemont explicó su última oferta de diálogo en el auditorio de la Caja de Música de Madrid, la oposición al referéndum no ha hecho más que incrementar la temperatura en círculos tanto políticos como periodísticos estatales.

El día siguiente de la conferencia en Madrid, El País en un editorial titulado Fraude secesionista advertía al Gobierno español "que no se puede parapetar en la inacción" ante el proyecto de ruptura de Puigdemont, que tildaba de "autoritario, antidemocrático y divisivo de la sociedad". Este mismo domingo, el diario El Mundo reclamaba a Rajoy una "respuesta proporcional" al embate soberanista para preservar la soberanía. "Eso pasa por la aplicación de medidas graduales que, en última instancia incluiría el artículo 155 de la Constitución, por ejemplo, militarizando a la policía autonómica," proponía el editorial de El Mundo que previamente tildaba de "temeridad" la posibilidad de alcanzar la "generosidad" del Estado con Catalunya a través del FLA "mientras el Govern no se comporte de forma leal y responsable".

Sin orden del día

En este contexto se ha convocado la reunión de partidos de este lunes, a las cinco de la tarde. No hay orden del día y desde la Generalitat se insiste en que la voluntad del president es escuchar la opinión de los partidos. En cualquier caso, la consellera de Presidencia, Neus Munté, dejó claro ayer que la previsión del Govern es que la demanda de las entidades, de fijar fecha y pregunta, reciba respuesta en un plazo breve, que se situaría entre una y dos semanas.

Desde el Govern se subraya que no hay nada cerrado, que se escuchará todo lo que tengan que decir los partidos y se actuará de la manera más consensuada posible. En este punto resulta clave la voluntad de mantener el espacio de los Comunes y Podemos dentro del acuerdo.

A la reunión, donde además de Puigdemont estarán presentes el vicepresident, Oriol Junqueras, y la consellera de Presidencia, han sido convocados los responsables de JxSí y los partidos que lo integran, ERC, PDeCAT, MES y Demócratas; el espacio de Catalunya Sí Que Es Pot, con Podem, Catalunya en Comú, ICV y EUiA; y la CUP.

Todos fueron citados para asistir a la reunión, aunque, por un error, el coordinador general de Catalunya en Común, Xavier Domènech, no recibió la convocatoria y se quejó públicamente de que se había enterado por los medios de comunicación.

Una vez enmendado el error en la comunicación, Domènech reiteró la apuesta para mantener los acuerdos en el marco del Pacto Nacional por el Referéndum, que reúne partidos, instituciones y entidades sociales, y adelantó que en principio no asistirán a la reunión, aunque la decisión definitiva estaría en manos de la dirección. La formación de Ada Colau, con un electorado dividido ante el independentismo, intenta alejar tan como sea posible el momento de tomar partido abiertamente.

Desde el Govern no se descarta convocar el Pacto si así lo prefieren los partidos, y se asegura de que clarificar aspectos como este es precisamente la razón del encuentro. Con todo, los estrategas independentistas consideran que el Pacto ha hecho ya su trabajo, que se cerró con la entrega de las 500.000 firmas de apoyo.

De momento, de la órbita de CSQP sólo el líder podemita Albano Dante Fachin ha confirmado que asistirá. De hecho, también el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que el lunes se reunió con Puigdemont en Madrid, ha sido el único responsable político de ámbito estatal que ha avalado los últimos días la legitimidad del referéndum.

Hoy por hoy, una de las principales preocupaciones del Govern ante la reunión es conseguir retener también el espacio de los Comunes dentro del consenso por el referéndum.