Els Segadors han sonado esta mañana en el carillón de la plaza principal de Amberes para recibir al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha viajado hoy a Bélgica en su primer viaje oficial al extranjero desde que fue investido. Estará tres días, hasta el lunes, y ha ido acompañado del conseller d'Afers Exteriors, Raül Romeva, y del representante permanente de la Generalitat delante de la UE, Amadeu Altafaj.

Este no tenía que ser el primer viaje oficial de Puigdemont. Tenía que ser en París a finales de marzo, pero coincidió con el trágico accidente de Freginals en el que murieron 13 universitarias, y lo tuvo que suspender.

A su llegada, el president ha ido a Amberes, donde ha firmado el libro de oro de la ciudad y se ha reunido con el alcalde, Bart De Wever.

Por la tarde se trasladará a Gante, donde se reunirá con el presidente de Flandes, Geert Bouregois, para analizar la actualidad política y hablar de la colaboración que los dos gobiernos mantienen de manera estable desde el 2008, cuando firmaron un acuerdo por institucionalizar las relaciones que tenían desde 1992.

Más tarde, Puigdemont, Bourgeois y la ministra de Medio Ambiente de Flandes, Joke Schauvliege, visitarán la 35ª Feria Floraliën Gent, una feria de plantas y flores que se celebra hasta el domingo en el centro de la ciudad flamenca.

Puigdemont es el invitado de honor del certamen y será recibido por el presidente de la feria, Michel Vermaerke, que acompañará a la comitiva durante su visita.

El domingo por la mañana, el president de la Generalitat se reunirá con el jefe del Parlamento Federal de Bélgica, Siegfried Bracke.

El lunes, el último día, se encontrará con los trabajadores de la Delegació del Govern ante la Unión Europea, más tarde se reunirá con los empleados de las instituciones europeas, representantes del sector privado y del consejo del Casal Català de Brussel·les, una entidad que agrupa catalanes residentes en Bélgica.