El expresident de la Generalitat y líder de facto de Junts, Carles Puigdemont apunta a un punto de inflexión en la historia de Catalunya en el marco de las elecciones catalanas de este próximo 12 de mayo, a las que se presenta como candidato con el objetivo de "restituir" la presidencia que perdió en octubre de 2017 con la aplicación del 155 por parte del Estado, después del referéndum del 1-O y la declaración de independencia fugaz. "Iniciamos el retorno para acabar el trabajo emprendido", ha afirmado Puigdemont este jueves en una publicación en las redes sociales acompañada de un vídeo con imágenes de los últimos días: el viaje hacia Elna con el discurso preparado para anunciar su candidatura, el recibimiento de sus acólitos entre cánticos de "president" y el acto acompañado de toda la plana mayor de Junts.

"No lo hacemos solos", apunta Puigdemont, en referencia a este camino de vuelta: "Gracias a los millares de personas que nos habéis acompañado siempre; a los centenares de compatriotas que estos últimos días os estáis poniendo a disposición para ayudarme, a cada uno desde su pueblo o desde su barrio; a pie de calle o digitalmente; jóvenes y mayores; estudiantes, autónomos, panaderos, profesores, empresarios, pintores, transportistas, diseñadores... una ayuda sincera, abrumadora y diversa como nuestra nación; todo el mundo aportando lo que pueda, desde ofrecerse voluntario a un sencillo y sincero mensaje de apoyo". Y concluye: "Un movimiento de esperanza que convierta los imposibles en realidad".

 

¿Retorno?

El pasado jueves 21 de marzo, ahora hace justo una semana, Carles Puigdemont oficializó desde Elna su decisión de encabezar la lista de Junts al Parlament y ser candidato a la presidencia de la Generalitat. "Hoy empiezo la cuenta atrás del retorno, que solo tiene sentido si se pone al servicio del país", proclamó, delante del salón de actos lleno del Ayuntamiento de la localidad de la Catalunya Nord. Con todo, Puigdemont aseguró que si los números dan y es designado para una investidura, volverá a Catalunya para ser presidente. Si no fuera así, y la candidatura que lidera volviera a quedar en segundo o tercer lugar sin poder optar a la presidencia, como pasó en las últimas elecciones, este retorno estaría en el aire. De momento, las encuestas pronostican una victoria holgada del socialista Salvador Illa, y una disputa muy estrecha por la segunda posición entre Junts y ERC, que pugnan por liderar el espacio independentista. Si los partidos independentistas (ERC, Junts, CUP, por orden actual en el Parlament) conseguirán sumar suficiente y pactarán para investir a un president independentista, tampoco está claro.

Lo que sí que aseguró, tanto él como su abogado, Gonzalo Boye, es que volvería aunque los jueces que lo tuvieran que hacer no quisieran aplicar la amnistía. "Si hay una actitud de rebeldía o insumisión, si se niegan a aplicar la ley, asistiré igualmente al pleno del Parlament de Catalunya", aseguró. En las elecciones de diciembre 2017, las que ganó Inés Arrimadas, pero acabaron con la presidencia de Quim Torra por la mayoría independentista, el lema fue "Para que vuelva el president, se tiene que votar al president". De forma similar ha sido el planteamiento de los últimos años, sin materializarse, mientras Puigdemont ha sido eurodiputado y presidente del Consell de la República, dedicado a hacer eco internacional de la cuestión catalana. Si bien es cierto que ahora hay un factor diferencial: la aprobación de la amnistía en el Congreso de los Diputados. Aunque la ley todavía sigue en trámite y está por ver si cuadran las fechas para que pueda aprobarse definitivamente y publicarse en el BOE —será a finales de mayo o principios de junio— antes del supuesto retorno.