El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado esta tarde ante decenas de cónsules de diferentes países que "van a tener trabajo". Sólo al inicio de su intervención Puigdemont ya ha precisado que Barcelona "todavía tendrá más consulados y de más calidad cuando dentro de unos meses seamos capital de un Estado".

El acto, que ha tenido lugar en el Palau de la Generalitat, ha servido al president y al conseller de Exteriors, Raül Romeva, para enfatizar "el proceso" que se ha iniciado en Catalunya. "Este es un país que va hacia la independencia y muchos de ustedes vienen de países que se han encontrado en situaciones similares", ha afirmado, añadiendo que esto "tiene que ayudar a que sepan resolverlo diplomáticamente".

Pero no es la única demanda que se ha dirigido al cuerpo de representantes internacionales. "Hablen con sus comunidades y expliquennos lo que les preocupa", ha reclamado Puigdemont, al tiempo que ha defendido que "muchos lo vivís con interés porque somos un país referente".

Abriendo puertas

Más vínculos y más trabajo conjunto. El conseller Romeva ha argumentado la necesidad de un contacto constante entre Govern y cónsules, no sólo para ayudar a la prosperidad económica, porque "la dimensión internacional de este país va más allá".

"Les abrimos las puertas a tratar cualquier inquietud de manera conjunta. Encontrarán recepción y respuesta. Queremos tejer aún más complicidades de las que ya tenemos", ha revelado Romeva, que les ha emplazado también a "pedir toda la información que necesiten sobre este proceso inexorable".

La democracia y diálogo como principios rectores del proceso soberanista ha ido sonando como mensaje de fondo, enfatizando en la idea de que "el proyecto político de este país responde a la voluntad popular". Además, el conseller de Exteriors ha dejado claro que el nuevo encaje de Catalunya pasa por la Unión Europea.